El Gobierno ucraniano duplicará el número de guardias fronterizos ante el temor de que el escenario en la frontera polaco-bielorrusa, donde se concentran miles de migrantes irregulares de Oriente Medio, se repita entre Ucrania y Bielorrusia.
El ministro del Interior de Ucrania, Denis Monastyrsky, presentó hoy un informe al Consejo de Seguridad Nacional y de Defensa, tras lo cual dijo que el Gobierno se está "preparando inequívocamente para escenarios similares a los que hay actualmente en la frontera polaco-bielorrusa", señaló la agencia Ukrinform.
"Decidimos reforzar la presencia del Servicio de Guardia Fronteriza en la frontera ucraniano-bielorrusa", explicó.
Indicó que el número de guardias fronterizos en la frontera estatal se duplicará y también se implicará a los reservistas de la Policía Nacional y la Guardia Nacional.
También habrá grupos móviles que se trasladarán a lo largo de la frontera estatal para detectar cruces ilegales.
"Quiero enfatizar que, en particular, estamos hablando de inmigrantes irregulares de países africanos, especialmente aquellos que están en territorio de Bielorrusia y se están trasladando a la frontera polaca", afirmó el ministro del Interior.
"No descartamos que tal escenario sea posible con respecto a la frontera ucraniana también", añadió.
Por tanto, la respuesta y la reacción de los agentes del orden y de los guardias ucranianos "será bastante dura, clara y correcta, dentro del marco de la ley que rige la protección de la frontera estatal", recalcó Monastyrsky.
Desde la pasada primavera se han multiplicado los intentos de entrada ilegal en Letonia, Lituania y Polonia desde Bielorrusia, y la UE considera que esto es el resultado de un plan del presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, para desestabilizar a Europa.
La actual crisis estalló el lunes con la llegada de varios miles de inmigrantes, en su mayoría kurdos procedentes de Siria e Irak, a la frontera con Polonia acompañados por efectivos de las fuerzas de seguridad bielorrusas.
Los refugiados se encuentran ahora en tierra de nadie, ya que Polonia aprobó medidas que permiten la expulsión por la fuerza de los inmigrantes irregulares mientras Minsk derogó el acuerdo de readmisión con la Unión Europea.
