Tres policías depravados… y una víctima inocente en Monclova

Tres policías depravados… y una víctima inocente en Monclova
Erika González/El Tiempo de Monclova


 Crónica de un acontecimiento que avergüenza a la familia monclovense


MONCLOVA, COAH.- El lunes 28 de diciembre se dio a conocer un hecho que puede calificarse de “aberrante”, y fue tan grave, que el alcalde Alfredo Paredes López, tomó de inmediato la determinación que dieran de baja a los elementos que presuntamente participaron en el delito de violación en contra de una indefensa mujer.
02:00 am; La madrugada del domingo, no pintaba bien Mónica Denisse N, perdió el control de su vehículo Honda color gris y se estampó aparatosamente contra un parachoques que está ubicado al exterior de un domicilio, frente a conocido centro comercial.
Mareada por el impacto que había protagonizado, Mónica, vio que se acercaba la patrulla 166 de la llamada Policía Vecinal. Los agentes, severos le reclamaban el descuido y ella, nerviosa y asustada por el golpe, empezó a dialogar con los oficiales a fin de que no la infraccionaran pues no contaba con el dinero para pagar las multas, a las que se había hecho acreedora. Los oficiales Litzi, Salvador y Román N. aparentemente la comprendieron y se dijeron dispuestos a “echarle la mano”.
Bajaron todos de la unidad, y cuando salió el dueño de la casa, les dijo que no había daños que reclamar, fue cuando los “guardianes del orden” decidieron empujar el carro unas casas más adelante, para que al día siguiente la presunta responsable del accidente pasara por él.
Eran las 2:20 de la mañana, apenas 20 minutos después del incidente y los agentes le dicen a Mónica Denisse que como quiera los tiene que acompañar a la estación de policía.
Aún adolorida, asustada y pensando cómo saldría del problema, Mónica fue esposada y subida a la patrulla, en el asiento trasero la acompañaba la agente Litzi, quien aprovechó la situación y en el camino le empezó a hacer tocamientos y en el colmo de la depravación, le pide al patrullero que se desvíe a la calle Ecuador de la colonia Emiliano Zapata Sur, donde hay un lote baldío, y ahí los tocamientos fueron más atrevidos, llegando a obscenos.
Mónica, gritaba, se retorcía y pedía auxilio, pero nadie la escuchaba solo la lujuriosa oficial que la tenía esposada y recostada en el asiento trasero de la unidad. Ahí le bajó los pantalones y le empezó a hacer sexo oral sin el consentimiento de la afectada.
Presuntamente le introdujo los dedos a la vagina y fue cuando Román le exigió que se quitara que ahora seguía él, y de nueva cuenta la mujer fue ultrajada pero ahora la humillación estuvo a cargo del uniformado que no se retiró hasta que sació sus bajos instintos.
Pero eso no fue suficiente, Salvador, el tercer guardián no se pensaba quedar solo como espectador, y pidió su turno para de nueva cuenta volver a abusar de la indefensa joven de tan solo 30 años y madre de familia.
Fueron 40 minutos de martirio para Mónica y después del aberrante hecho, los oficiales quedaron pensativos, medio satisfechos y alguno de ellos hasta sonriente, pero ver a Mónica llorando, lejos de condolerse, le empezaron a gritar y agredirla físicamente.
A las 3:10 de la mañana al ir circulando la patrulla policíaca aún con su víctima sobre la avenida Industrial y al llegar a la calle Del Estudiante detuvieron la marcha de la unidad. Al ver que no dejaba de llorar la inocente mujer de nueva cuenta la empezaron a amenazar de muerte con la pistola eléctrica en mano.
Repitieron el ultraje, pero ahora usaron objetos impropios, burdos y uno de ellos la penetró analmente, por lo que terminó desgarrando a la joven.
Según declaraciones de la afectada ante el Ministerio Público, en el acta dejó asentado, que los tres de manera bestial abusaron de ella, que aplicaron tormento y tortura física y sicológica.
Satisfechos sus instintos, los tres elementos descienden de la unidad, se recargan en ella y encienden un cigarro, era de pensar qué harán con la mujer. Tuvieron varias opciones, pero se decidieron por arrojarla afuera de su casa en la colonia Praderas del Sur.
A las cuatro de la mañana, ya satisfechos y aún pensando en su “aventura”, los ocupantes de la unidad 166 vuelven a patrullar la ciudad, pues ya se acercaba la hora de entregar el turno.        
MÓNICA LLEGA A SU CASA
Pasadas de las 4: 00 de la mañana, no solo con el físico destrozado, sino con su autoestima por los suelos, Mónica entró a su casa y despertó a su madre, para contarle aterrada lo que le había sucedido.
Su familia decidió llevarla a una clínica para su valoración, pues la víctima en todo momento se quejaba de dolencias en varias partes de su cuerpo, en el lugar se dio aviso a los elementos de la Agencia de Investigación Criminal para que tomaran conocimiento de los hechos.
LA DENUNCIA SE FORMALIZA EL 28 DE DICIEMBRE DEL 2020 
A pesar de las amenazas que la joven recibió, decidió armarse de valor y denunciar a los elementos de la Policía Municipal, pues sabía que se había grabado cada facción de sus rostros y que los podía identificar plenamente.
En todo momento su familia la acompañó, sin embargo, al ver cómo se iba dando el proceso, la joven empezó a flaquear por temor a represalias, pues sabía que sus agresores andaban libres, como si nada, patrullando la ciudad.
Se le brindó el apoyo con una Sicóloga para que la acompañara en cada una de las declaraciones que rindió, dejando cada detalle del aberrante hecho asentado en el acta de su denuncia ante la Ministerio Público que tomó su caso.
EMPODERAMIENTO DE LA MUJER Y FGE SE MOVILIZAN DE INMEDIATO
Para que nada de información se filtrara, fue el Centro de Empoderamiento para la Mujer, quien llevó el caso, en coordinación con la FGE y se les dio aviso a los altos mandos de Seguridad Pública Municipal para que cooperaran.
Para evitar que rodaran “cabezas” de los altos funcionarios, de inmediato ayudaron y facilitaron cada una de las pruebas que se requerían, por lo que la patrulla 166, testigo mudo del innombrable hecho fue llevada al Centro de Empoderamiento de la Mujer para que el departamento de Servicios Periciales recabara la mayor parte de las pruebas posibles para la imputación del delito de los servidores públicos.
Ese mismo día la víctima fue sometida a diferentes pruebas por parte del médico legista, quien dictaminó que efectivamente Mónica, fue violada con objetos impropios y que fue víctima de abuso sexual por los dos elementos y uno de ellos la desgarró analmente.
PASABAN LOS DÍAS Y NO LOS DETENÍAN
Después de que los elementos trabajaron hasta horas extras en el caso, fueron tan minuciosos que laboraron con un impresionante hermetismo, pues a nadie se le revelaba ni un solo dato y Mónica ya comenzaba a desesperarse.
Hasta que por fin integraron la carpeta de investigación, y fue el día 3 de enero del 2021 cuando pudieron cumplimentar la orden de aprehensión y ejecutarla.
LA CAPTURA
Siendo las 05:50 de la mañana, iba circulando la unidad de la patrulla vecinal y se dirigía hacia la privada Pípila, cuando varias unidades de la Policía Ministerial les cerraron el paso y los bajaron de la unidad.
Los ministeriales leyeron sus derechos a los municipales y de inmediato fueron trasladados a las instalaciones del C 4, en donde viéndose acorralados, no les quedó más que llamarles a sus familiares y decirles que un comando de hombres armados los había “levantado” para que hicieran revuelo en la corporación y de esta manera tratar de desviar la atención.
No contaban con que sus altos mandos ya estaban al tanto de la situación y solo se limitaron a decir, que no solapaban a nadie y que desde ese momento los oficiales se encontraban dados de baja.
SE LES DICTA PRISIÓN PREVENTIVA
Después de estar muy orgullosos celebrando el Día del Policía, al siguiente día fue cuando los capturaron y se inició la audiencia en el Centro de Juicios Orales, donde el Juez de Control determinó imputarles el delito de violación con objetos impropios, con agravante en todas sus modalidades.
HASTA 30 AÑOS PUEDEN ALCANZAR DE CONDENA
De resultar culpables, se les puede aplicar una pena de 20 a 30 años de prisión a los tres elementos de la Policía Municipal Preventiva de Monclova acusados de los delitos de violación impropia y acoso sexual en perjuicio de la mujer a la que detuvieron tras participar en un accidente automovilístico, coinciden los abogados César García Diosdado y Miguel Ángel Reyna Adams.
Mencionan que, en este caso hay la remota posibilidad que la parte afectada otorgue el perdón y de ser así podría fijarse una indemnización por daños moral de entre 300 mil y 400 mil pesos a pagar por cada uno de los participantes.
Sin embargo, dicen, no sería lo mejor que se les otorgue el perdón a cambio de la reparación del daño moral, ya que podrían volver a cometer delitos de ese tipo.

Y de existir una agravante, por ser agentes policíacos, la pena incrementa, y en lugar 7 años, la mínima sería de 10 años con 6 meses, mientras que de 14 años como máxima, alcanzarían hasta 21 años en la cárcel.

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