La Arquidiócesis de Monterrey consideró prudente y de forma voluntaria tomar esta decisión de reducir el aforo permitido en sus iglesias
NUEVO LEÓN.- La Arquidiócesis de Monterrey anunció que a partir de este 1 de agosto reducirán el aforo en sus templos a solo 30%. Esto debido al incremento exponencial de casos positivos a COVID-19 que se tiene en los días recientes dentro de esta tercera ola de la pandemia en la entidad.
“Ante el incremento de personas contagiadas por COVID en nuestro estado, con preocupación les comunico que debemos de bajar el aforo en nuestras iglesias al 30% a partir del 1 de agosto y hasta nuevo aviso. Soy consciente de que esta es una situación que ninguno de nosotros hubiéramos querido, pero por prudencia y con el fin de que todos nos ayudemos a cuidarnos, creo que es necesario tomar esta decisión”, señala el documento firmado por el arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera López.
Medidas
El religioso pidió a todos los involucrados en el tema redoblar esfuerzos y cumplir con todas las medidas sanitarias. En ese sentido, subrayó Cabrera López, una parte fundamental en este nuevo pico de la pandemia será extremar los protocolos sanitarios. “Invito a todos los párrocos, rectores y administradores parroquiales a estar muy atentos para que se sigan cumpliendo los protocolos de salud establecidos anteriormente, especialmente la sana distancia, el uso del cubrebocas, la toma de temperatura, la sanitización adecuada de nuestros templos después de cada celebración”, destacó el arzobispo.
Semáforo
Cabe mencionar que el secretario de Salud en Nuevo León, Manuel de la O Cavazos, reportó que el semáforo epidemiológico en la entidad subió a cuatro indicadores en color rojo, dos en naranja, uno en amarillo y tres en verde. El riesgo más intenso en el semáforo desde finales del mes de enero e inicio de febrero. Sin embargo, no anunció nuevas restricciones para esta semana y se mantuvieron las mismas de las semanas previas, es decir, un aforo permitido del 50 por ciento.
A pesar de la disposición estatal, la Arquidiócesis de Monterrey consideró prudente y de forma voluntaria tomar esta decisión de reducir el aforo permitido en sus templos.
