Los novilleros mexicanos Juan Pedro Llaguno y José Alberto Ortega cortaron este domingo dos y una oreja, respectivamente, en la última novillada del ciclo La Reapertura de la Monumental de la capital mexicana.
Los novillos del hierro de Caparica resultaron nobles y bravos, aunque alguno justo de presentación, recibiendo tres de ellos arrastre lento. Se registró menos de cuarto de entrada.
El novillero mexicano Juan Pedro Llaguno cortó dos orejas al segundo de la tarde lo que le permitió salir por la puerta grande de la plaza de toros Monumental de México.
Su faena a un toro escaso de trapío pero excelso de nobleza, clase, emoción y bondad fue por momentos vibrante y estética, aunque mal estructurada, pues erosionó las no sobradas energías del excelente novillo en tandas de capotazos y viajes en el tercio de banderillas que mermaron su desempeño en la muleta.
Llaguno dejó una primera tanda con la mano derecha de muchos pases sumamente quieta y ajustada. El novillo de Caparica no cesó de tomar la muleta con mucho vuelo y sólo la decisión del propio novillero de abreviar la tanda evitó que el animal dejase de repetir.
En las siguientes tandas el mexicano no estuvo correcto de colocación al tiempo que las fuerzas de la res, ya escasas, restaron desplazamiento al cornupeta paulatinamente.
Una soberbia estocada garantizó las dos orejas.
Hubo antes petición de indulto pero el juez con tino no lo concedió debido a su pobre presentación y haber recibido el novillo un leve castigo en el tercio de varas.
Ya con el triunfo en la mano Juan Pedro Llaguno tuvo en suerte al peor novillo de la tarde al que puso un electrizante par de banderillas al quiebro.
También cortó un apéndice el tlaxcalteca José Alberto Ortega. El premio lo obtuvo con el muy bravo novillo, de imponente estampa, que cerró plaza, encastado, fiero, fijo y veloz.
En un quite, casi en el centro del ruedo, prendió al joven con violencia y a pesar de los muchos capotes que las cuadrillas ofrecieron al novillo para desencelarle del cuerpo inerte de Ortega, el buriel hasta tres veces corneó con violencia el vientre del novillero.
Solo lo inexplicable evitó la tragedia. Regresó con pundonor el de luces y logró ejecutar un par de tandas con la derecha hasta que el de Caparica volvió a ganarle terreno. Mató de una estocada y logró su oreja.
El espléndido animal se fue en arrastre lento. Con su anterior rival Ortega lidió como si de un manso peligroso se tratase y por esto mismo desaprovechó la embestida noble que el de Caparica poseía.
El tercer espada de la tarde fue José Miguel Arellano.
Con su primero se vio superado por la casta de menos a más que desarrolló el novillo mientras que con el cuarto de la tarde, a pesar de citarlo a distancia y con el pico, la mucha clase del animal permitió a Arellano acoplarse y dejar unos buenos muletazos con la mano derecha.
Quizás perdió un resultado mejor por su naufragio con los aceros que le llevaron a recibir dos avisos. Finalizó el quinto festejo de la México en el que los novillos de Caparica han dejado los mejores momentos de este ciclo La Reapertura 2021.
