Se le pregunta al lustrador de calzado acerca de los apoyos que le pueden dar en la presidencia municipal, a lo que contesta que no hay ningún apoyo, nunca dan nada, son puras promesas del alcalde.
SABINAS, COAH.- El sol cala fuerte, son las dos de la tarde en Sabinas y la plaza principal luce vacía, apenas una pareja de ancianos descansa y platican sentados en una banca.
Ahí, parado volteando para todas partes, está Jesús Rivera Castañeda, ataviado con un largo mandil de desgastada mezclilla, son las dos de la tarde y no ha llegado ningún cliente, no ha hecho una sola boleada y comenta que está desesperado porque no trae nada para llevar a su casa y es que él y su familia viven de lo que saca en la bolería.
Jesús comenta que al salir de la casa apenas si se tomó un vaso de café, pero de almorzar, nada. En la mañana cuando llegué, pasó un amigo y platicamos, cuando le dije que no había almorzado me dio 20 pesos para unas gorditas, pero la familia, qué le llevo a la familia, se pregunta.
Mientras recibe a su primer cliente del día, se le pregunta acerca de los apoyos que le pueden dar en la presidencia municipal, a lo que contesta que no hay ningún apoyo, nunca dan nada, son puras promesas del alcalde.
“Si uno se acerca a pedir ayuda, te mandan con un funcionario, luego éste con otro y así se la llevan, nos traen como pelotas, nomás botando de un lado para otro, pero no hay apoyos”, dice.
Y continúa, “mire, el pasado día cinco, fue día del bolero, pensamos todos los compañeros que si nos iba a dar algo, una despensa o algo, pero no, nos dijeron después que de eso no iba a haber nada, que nos iba a entregar unos reconocimientos, pero los reconocimientos no se comen, con los reconocimientos no se paga el agua, que ya me la van a cortar, ¿para qué quiero reconocimientos?
