Chahuites, una población de la zona oriente del Istmo de Tehuantepec, despertó este jueves con la noticia de un homicidio.
En las primeras horas de la mañana, su edil, Leobardo Ramos Lázaro, fue asesinado a balazos en la colonia San Antonio.
No fue una muerte al azar, el presidente municipal, quien realizaba su segunda gestión de gobierno de manera independiente, murió víctima de un ataque directo, tras recibir una ráfaga de disparos mientras transitaba en su camioneta. Al lugar de la ejecución llegaron elementos de la policía municipal, quienes reportaron el crimen a la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO), cuyos peritos de investigación acordonaron el lugar para comenzar con las indagatorias.
De acuerdo con la carpeta de investigación 3789/FIST/CHAHUITES/2021, el ataque tuvo lugar a las 7:00 horas y el hallazgo del cuerpo en el interior de un vehículo oficial ocurrió en las inmediaciones del barrio Juchi.
El presidente municipal —quien en su primera administración estuvo bajo el cobijo de la coalición Movimiento Ciudadano (MC), Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Nueva Alianza, y en su reelección sólo fue candidato por MC— fue acusado en 2020 ante la Fiscalía General de la República (FGR) y ante el Congreso de la Unión por el Frente Democrático ProDefensa del Pueblo, el cual lo señaló por actos de corrupción. Esa misma acusación la hizo apenas el domingo pasado el diputado federal Gerardo Fernández Noroña, en Chahuites.
Pero ese no es el único enfrentamiento que tuvo el edil: durante su primer mandato entró en controversia con el padre Alejandro Solalinde Guerra, quien en 2017 lo llamó el "Trump oaxaqueño", porque intentó cerrar la extensión del albergue Hermanos en el Camino, el cual opera en la población que está en el límite con Chiapas.
Luego del asesinato, el fiscal General, Rubén Vasconcelos Méndez, aseguró que la institución de procuración de justicia a su cargo "refrenda su política de cero impunidad y procederá con todo el peso de la ley contra quien o quienes resulten responsables de ese crimen".
Noroña llamó a enfrentarlo
El domingo pasado, cuatro días antes de que el edil de Chahuites, Leobardo Ramos Lázaro, fuera asesinado, el diputado federal Gerardo Fernández Noroña, del Partido del Trabajo (PT), lo acusó de presunto robo al erario. "¿Cuántos huevos tiene el alcalde?", cuestionó Fernández Noroña a la población durante un mitin en Chahuites.
El legislador declaró ese día: "Me dicen mis fuentes que el alcalde pedorro de aquí, de Chahuites, llegó pobre, sin una casa y que ya tiene tres", y acusó al edil de ser un hombre "violento y mafioso". Durante su discurso, Fernández Noroña animó a los asistentes a hacerle frente al presidente municipal y a buscar que se castigue la corrupción.
Este jueves, tras haberse dado a conocer la noticia del asesinato del edil, lo dicho por Fernández Noroña tomó fuerza en redes sociales y fue criticado, por lo que el diputado del PT acusó una campaña de linchamiento en su contra. A través de su cuenta de Twitter, Fernández Noroña se quejó de que intentan culparlo de la violencia contra los alcaldes de Oaxaca, a lo que llamó "una campaña miserable" en su contra.
"Ahora resulta que para la derecha todo lenguaje coloquial es promotor de violencia. No tienen vergüenza. Ellos han llamado a asesinar al compañero presidente [Andrés Manuel López Obrador] y tan tranquilos. Yo convoco a la gente a que denuncie al alcalde de Chahuites y dicen que lo mandé matar", publicó.
