Mohamed Khurasani: "Bajo las circunstancias actuales es imposible extender el alto el fuego".
El principal grupo talibán paquistaní, el Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP), declaró unilateralmente este jueves el fin del alto el fuego con el Gobierno de Pakistán, un mes después de que ambas partes alcanzasen el acuerdo y tras acusar a Islamabad de incumplir sus compromisos.
"Bajo las circunstancias actuales es imposible extender el alto el fuego", que finalizaba hoy, dijo en un comunicado el portavoz del grupo talibán paquistaní Mohamed Khurasani.
Según la nota, el TTP y el Gobierno del país asiático mantuvieron una primera ronda formal de negociaciones el pasado 25 de octubre, bajo la mediación del Gobierno interino de los talibanes en Afganistán, que capturaron Kabul el pasado 15 de agosto.
Islamabad se comprometió entonces a formar un comité de diez miembros con representación de ambas partes para avanzar el diálogo, según los fundamentalistas paquistaníes, así como a entregar a 102 prisioneros del TTP.
Los talibanes paquistaníes han denunciado que el Gobierno no ha cumplido con ninguna de sus promesas y acusaron a las fuerzas de seguridad de violar el alto el fuego de un mes al atacar a sus combatientes en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, situada en el noroeste del país y fronteriza con Afganistán.
El Gobierno de Pakistán anunció el pasado 8 de noviembre que había alcanzado un acuerdo de alto el fuego con el TTP como parte del inicio de las negociaciones entre ambas partes.
El TTP es un paraguas de varios grupos tribales creado en 2007 que buscan imponer un Estado islámico en Pakistán y es aliado de los talibanes afganos.
Desde su formación ha llevado a cabo una brutal campaña de atentados en todo el país y junto con otros grupos ha provocado la muerte de unas 80.000 personas en actos terroristas, según datos del Gobierno paquistaní.
A finales de abril, en uno de sus últimos ataques de relevancia, los talibanes paquistaníes mataron a cinco personas e hirieron a otras 15 en un hotel de lujo de la ciudad occidental de Quetta, en una acción contra el embajador chino en Pakistán.
La violencia terrorista ha disminuido notablemente en Pakistán desde que el Ejército lanzó una operación en las zonas tribales del noroeste en junio de 2014, que más tarde amplió al resto del país, lo que debilitó al TTP.
Pero en los últimos meses han aumentado los ataques de nuevo, coincidiendo con la llegada al poder en Afganistán de los talibanes afganos, que tomaron el control de Kabul a mediados de agosto.
