Con la pandemia aumentó un 20 por ciento el trabajo infantil.
Menores se arriesgan trabajando en las calles por unas cuantas monedas. En Monclova aumentó en un 20 por ciento el trabajo infantil a raíz de la pandemia. En los principales cruceros se puede apreciar a niños y adolescentes limpiando vidrios, actividad con la que buscan obtener ingresos para también apoyar en la economía de sus hogares.
En México 3.2 millones de niños y niñas entre 5 y 17 años que trabajan, estas cifras representan el 11.4% de la niñez en el país, según estadísticas del INEGI. La Ley Federal del Trabajo prohíbe el trabajo de menores de 15 años y permite el trabajo de los adolescentes de 15 a 17 años que hayan terminado su educación básica obligatoria, siempre que cuenten con un permiso de los padres.
Reportes
La titular de la Procuraduría de los Niños, las Niñas y la Familia (PRONNIF), Lizeth Partida Flores, señaló que en el trascurso del mes se han atendido 2 reportes de ciudadanos de niños laborando en las calles. Otros casos también se han detectado en recorridos que se hacen por la ciudad.
Manifestó que se trabaja con reportes de los ciudadanos, las personas reportan a la línea telefónica de la dependencia que vieron a niños trabajando en la vía pública, pero al mismo tiempo la gente alerta a los menores y se retiran.
Seguimiento
Comentó “Nosotros primero verificamos, checamos el reporte vemos la cuestión de omisión de cuidados, vulneración de derechos, se localiza a padres, se ofrece atención psicológica para verificar el entorno, a partir de ahí se genera una medida de protección, un plan de restitución de los derechos del niño”.
Partido Flores, manifestó que en el seguimiento de los casos se establece un compromiso con los padres de los menores. En caso que se trate de personas de escasos recursos que buscan generar ingresos se canalizan a instituciones que brindan asistencia social para evitar que los niños se estén exponiendo.
Menores
Jesús de 14 años vive al sur de la ciudad es uno de los menores que trabaja en medio del peligro. Entre el tráfico de vehículos se cruza para llegar a uno de esos automóviles y limpiar los vidrios. Algunos conductores lo rechazan, otros en cambio le dan buenas propinas.
Comentó que no tiene permiso de sus padres. Sabe del riesgo de trabajar en las calles, pero la necesidad lo obliga a salir a buscar una moneda “Mi mamá a veces me regaña porque me salgo de la casa, no quiere que trabaje por el peligro, pero yo quiero tener mi dinero y también lo hago para ayudar en la casa”.
Ulises de 15 años recién terminó la secundaria y desde hace 1 mes empezó a limpiar vidrios de los vehículos en las avenidas de la ciudad, “lo hago para ayudar en mi casa para comprar mis cosas también, a veces no va bien sacamos más de 250 pesos diarios, pero hay días que sacamos poco dinero”.
