En los antros bajó mucho la afluencia de clientes
Los jóvenes de hoy en Monclova, prefieren el ambiente de los restaurant-bar a donde acuden en grupos de amigos a escuchar música y beber. Los antros están pasando de moda con la nueva modalidad de la pandemia, porque no se les permite bailar. En la ciudad creció el número de establecimientos, actualmente operan 25 restaurant-bar.
Sergio Carrizales director de alcoholes en el municipio, señaló que, en el giro de antros son solo 7 los establecimientos como una opción para divertirse los fines de semana. En estos lugares la demanda de clientes disminuyó de manera considerable. Actualmente no llegan al 30 por ciento de su capacidad.
Cambiaron
Mencionó que son los jóvenes de 26 años en adelante lo que más acuden a este tipo de lugares de diversión.
Otros jóvenes de menor edad prefieren el cine o el boliche como actividades de esparcimiento.
Comentó “Los muchachos ahora se van más por las cervecerías esos lugares les quitaron mucha clientela a los antros, por eso también algunos cambiaron el concepto de los que eran antros a restaurant bar o cervecería es lo que está pegando más”.
Promociones
Destacó que el concepto de restaurant-bar ha tenido un buen impacto entre los jóvenes de Monclova.
Los establecimientos del giro han funcionado bien por las promociones entre la comida y bebidas. Por ejemplo, dijo Carrizales “Vas y compras una tostada de camarón y la cerveza te la dan a 10 pesos, son lugares chicos, pero tienen gran demanda, todos los días tienen afluencia, de las 10: 00 de la noche en adelante es cuando empiezan a ir los jóvenes”.
Entre amigos
“La verdad yo si prefiero un restaurant- bar más tranquilo, entre amigos convivimos nos tomamos una bebida o la cerveza, cantamos y la pasamos bien”, mencionó Larisa Valdez de 27 años quien acostumbra a salir una vez por semana.
Miranda Morales de 28 años dijo “Antes se iba al antro, pero ahorita como ya no dejan bailar se ponen muy estrictos, le voy más a los bares, el ambiente este padre”.
Daniel Montemayor de 24 años comentó “No voy seguido, pero si prefiero el restaurant-bar no soy mucho de bailar, me gusta algo más tranquilo donde no haya tanto ruido como en los antros”.
