“El Reino Unido sabe que Irán fue responsable de este ataque. Sabemos que fue deliberado”, dijo la diplomática, Barbara Woodward.
Naciones Unidas,- El Reino Unido, con el apoyo de otros países occidentales, llevó este viernes ante el Consejo de Seguridad de la ONU el reciente ataque con drones contra un buque cisterna operado por una empresa israelí en el golfo de Omán y apuntó a Irán como responsable.
Por solicitud de Londres y con respaldo de Estados Unidos, Francia, Noruega, Irlanda y Estonia, el Consejo de Seguridad abordó a puerta cerrada el incidente del MV Mercer Street, que fue objeto de un ataque el 29 de julio en el que murieron dos personas, un nacional británico y otro rumano.
La delegación británica, que encabezó el movimiento, informó al resto de miembros del Consejo de las pruebas que ha recogido y que, según su embajadora ante la ONU, apuntan sin dudas a Teherán.
“El Reino Unido sabe que Irán fue responsable de este ataque. Sabemos que fue deliberado”, dijo la diplomática, Barbara Woodward, en declaraciones a los periodistas tras el encuentro.
Woodward acusó a las autoridades iraníes de violar las normas internacionales y poner en peligro el tráfico marítimo internacional, del que depende la economía mundial.
Según dijo, su país mantiene la puerta abierta a la diplomacia y el diálogo, pero si Irán no elige esa vía, buscará que rinda cuentas y pague por ello.
Las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, que también investigaron el ataque, aseguraron este viernes que los drones que lo llevaron a cabo eran iraníes.
El Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM) reveló en un comunicado que tras el ataque envió a un equipo de expertos en explosivos para examinar los restos de los drones dirigidos contra el buque y recuperaron el ala y partes internas de uno de ellos, determinando que son "casi idénticas" a otras muestras recolectadas anteriormente después de ataques similares de Irán.
También hoy, el G7, que agrupa a los países más industrializados del mundo, advirtió a Irán que "protegerá al máximo" la navegación tras el ataque al barco, de propiedad japonesa aunque era operado por una empresa israelí.
Por su parte, el Gobierno de Teherán volvió a negar su implicación en el incidente y acusó a Israel de tratar de implicar a Irán para “desviar la atención”.
“El alboroto de Israel sobre el incidente del Mercer Street tiene como objetivo, en particular, ocultar sus actos terroristas contra la navegación comercial”, aseguró a los periodistas la embajadora iraní ante la ONU, Zahra Ershadi.
Según aseguró, en los últimos dos años, Israel habría atacado a más de 10 buques comerciales en mares de la región, en concreto varios petroleros rumbo a Siria.
