“Cada quien por su lado, pero siempre juntos, somos 4 hermanos bien educados y juntos aunque a la distancia, todos somos ganadores"
Perteneciente a una familia de volibolistas y lo que es mejor, con etiqueta de nivel internacional con una experiencia de asistir a unos Juegos Olímpicos, ‘el sueño de todo deportista’ y de pertenecer a la selección nacional por más de 20 años, además de conocer más de una docena de países, así es Jesús Reynold Rangel Hernández.
Reynold se te perdió la huella desde hace tiempo, ¿Qué están haciendo actualmente y en dónde vives? “Estoy trabajando en la ciudad de Monterrey, ahí tenía varios proyectos que se pararon por causa de la pandemia, por lo que ahorita estoy trabajando, pero no en el deporte ni nada que se le parezca, estoy iniciando una empresa en el ramo industrial, alejado del deporte por el momento”.
La pandemia tomó a todos desprevenidos, ¿Pero tu qué hacías antes de este mal? “Estábamos todavía en Selección, participando en los pocos eventos que se hacían, jugando los nacionales que salían en el sur y centro de México, “tornerancheros”, como les dicen.
Pero indudablemente tuviste una época muy buena, ¿Por ejemplo, fuiste a Juegos Olímpicos? “Sí, afortunadamente tuve la oportunidad de realizar mi sueño y asistí representando a México en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en el 2016”.
Al igual que tú, varios jugadores dejaron la selección y otros no, pero ¿Has seguido en contacto con ellos? “Sí, con la mayoría se hizo un grupo muy homogéneo, poco más de la mitad del equipo, que iniciamos juntos, se hizo un grupo de whatsapp por ahí nos comunicamos”.
Toda una vida encima de las duelas, ¿Pero cuál consideras que fue tú mejor entrenador? “A nivel nacional Jorge Said que nos entrenó desde 1996 hasta el 2019, creo que al principio no era el entrenador ideal de una selección, pero fue aprendiendo, estudiando y especializándose en el voleibol, a nivel nacional él, pero a nivel local mi mejor entrenador es mi papá, con ellos tuve los primeros balones de voli en las manos y aprendí a jugar y las primeras técnicas y gracias a ellos le tuve un enorme amor a este deporte”.
En el inmenso abanico de torneos nacionales e internacionales, ¿Cómo en cuales jugaste? “Te puedo decir que en todos los eventos internacionales, la liga mundial, el mundial de clubes, panamericanos, centroamericanos, norfecas, ligas europeas y más".
En efecto fueron innumerables torneos, pero ¿Cuál o cuales recuerdas con más cariño? “Indudablemente los Juegos Olímpicos, porque es el evento con mayor representatividad y a donde acude simplemente lo mejor del mundo y todo el país te está viendo jugar, asistimos a mundiales, pero pocos se dieron cuenta de ello”.
Eres el primogénito de la familia, no llevas el nombre de tu papá, ¿Sabes porqué? “No llevo su nombre, pero la historia que me cuenta es muy bonita, mi padre en agradecimiento al Creador por haber concebido me puso el nombre de Jesús y Reynold por mi abuelo que siempre tuvo un lugar entre nosotros, la gente no sabe y me confunde cuando estoy con mi papá me dicen Pedro, pero no importa, eso no es problema para mi”.
Ustedes son cuatro hermanos, cuatro jugadores mundialistas, ¿Cómo te llevas con ellos? “Muy bien, desgraciadamente fuimos una familia muy exitosa como tu lo dices y eso hizo que cada quien ganara por su lado, ahorita Pedro está en Rumania, Andrea en Puerto Rico, Berenice en la Ciudad de México, cada quien por su lado, pero siempre juntos, con Pedro vivimos juntos en España varios años y tuvimos muy buen acercamiento, al igual que en la selección, Andrea es con la que he convivido menos, pero los amo a todos y todos sentimos los triunfos de los cuatro, al igual que los fracasos, siempre juntos como uno solo, fíjate, nunca hemos tenido una envidia, un resentimiento, y eso se lo debemos a nuestros padres, nos educaron como iguales”.
En esta ocasión tu papá inicia una etapa muy buena, que es la escuela para bajar el voleibol a los niños y niñas de la localidad, ¿Qué opinas de ello? “Esto es algo increíble, muy bueno, lo estuve hablando con mi papá y me ofrecí a ayudarle, incluso yo tengo ese proyecto para hacerlo en Monterrey, en cuanto se abran en forma definitiva las escuelas y los gimnasios, que la gente pueda acudir sin tanto protocolo.
Bscaré un lugar adecuado para hacerlo, algo tenemos que hacer con tanta experiencia que tuvimos en este bello deporte, nuestras experiencias siempre serán la mejor arma para poder enseñar”.
