"La voluntad democrática del pueblo bielorruso será reconocida a partir de ahora de facto por Lituania, hasta el día en que se torne realidad"
Moscú,.- Lituania concedió hoy el estatus diplomático a la oficina de la líder opositora bielorrusa, Svetlana Tijanóvskaya, al declarar su sede "representación oficial de la democracia" de Bielorrusia.
"Agradezco a Lituania por el enorme apoyo que hemos recibido tanto el pueblo bielorruso como yo en estos meses. Bielorrusia no es (el presidente Alexandr) Lukashenko, sino el pueblo bielorruso. Y ahora esto ha sido reconocido oficialmente", afirmó la opositora en su canal de Telegram.
El ministro de Exteriores de Lituania, Gabrielius Landsbergis, informó hoy en una rueda de prensa junto a Tijanovskaya sobre la concesión de este estatus a la oficina de la opositora.
"De tal modo Lituania ha iniciado una nueva etapa de deslegitimación del régimen. Es el primer país de la Unión Europea (EU) que da este paso, y ya se trabaja en la apertura de representaciones del pueblo de Bielorrusia en otros países", señaló el equipo de la opositora.
Por su parte, Landsbergis, afirmó en su cuenta de Twitter que "a partir de ahora la democracia bielorrusa contará con una representación en Vilna".
"La voluntad democrática del pueblo bielorruso será reconocida a partir de ahora de facto por Lituania, hasta el día en que se torne realidad" en Bielorrusia, añadió.
Bielorrusia está sumida en una profunda crisis política desde las elecciones presidenciales de agosto de 2020, en las que Lukashenko fue declarado ganador con más del 81 % de los votos, resultados calificados de fraudulentos por la oposición y no reconocidos por Occidente.
Durante varios meses miles de bielorrusos salieron a las calles a manifestarse pacíficamente a favor de nuevas elecciones y una mayor apertura democrática en el país, pero fueron reprimidos violentamente por la policía.
Tijanóvskaya, principal rival del mandatario bielorruso en las elecciones, fue forzada a emigrar a Lituania y lleva a cabo una intensa labor política en el exilio para poner fin a los más de 25 años de dominio de Lukashenko.
