Han encontrado oportunidades de empleo porque las mismas empresas han cambiado sus políticas de reclutamiento
Los tatuajes se han hecho muy populares en los últimos años, pues la moda ha cambiado. Sin embargo, hay mitos y realidades sobre este tema, sin dejar de lado los prejuicios que la gente tienen sobre aquellos que han decorado su cuerpo.
En la actualidad muchos maestros, doctores, deportistas, arquitectos y todo tipo de profesionistas ocupan puestos de trabajo importantes a pesar de sus tatuajes. Sin embargo, anteriormente estas personas eran discriminadas en el sector empresarial y se les negaban las oportunidades laborales.
Reclutamiento
“Los derechos humanos de las personas están perfectamente contemplados en la Constitución, y la libre expresión de las ideas no debe ser estereotipada, mucho menos negar el ejercicio del trabajo”, expresó Ricardo Aguirre Cuéllar, presidente de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje. El comentario surge dado que en los últimos años ha crecido la población que se realiza un tatuaje, por lo que las empresas han cambiado sus políticas de reclutamiento.
“No me he sentido discriminado, aunque sí me ha pasado que en varias ocasiones no me contratan. Si tienes un perfil competente para el puesto te deben de dar la oportunidad, eso no debe importar”, señaló el diseñador Maximiliano Mendoza.
Estereotipos
La opinión de la sociedad ha ido cambiando con el paso del tiempo, de manera que a las personas con este tipo de ornamentos en el cuerpo se les han abierto las puertas en diferentes rubros. “Estas personas deben ser integradas a la sociedad y ejercer sus derechos laborales. No se les puede impedir, pues sería discriminatorio y se violarían sus derechos humanos”, recalcó Aguirre Cuéllar. Con esto se abren más oportunidades de empleo, al tiempo que se dejan de lado los estereotipos.
Discriminación
“A mí sí me han discriminado. En el trabajo mi jefe es el que se me queda viendo medio feo. También me dicen ‘malandrina’, pero no me importa”, compartió Fátima Solís, empleada de AHMSA.
El presidente de la junta local de Conciliación y Arbitraje fue claro al mencionar que cualquier persona, tatuada o no, que se sienta discriminada en su trabajo, puede presentar su queja al departamento de Recursos Humanos de la empresa a la que pertenece. Además, la denuncia puede ser interpuesta en la comisión local de Derechos Humanos para que se investigue la situación y se le dé un buen trato al afectado.
Limitantes
Ángel Cruz García, director de Hospital Amparo Pape de Benavides, señaló que actualmente las personas con tatuajes no pueden donar sangre, pero no es cuestión de discriminación, sino de precaución. “Uno de los indicadores para donar sangre es que la persona no debe estar tatuada. No sé si la COFEPRIS lo pudiera modificar”, explicó.
La COFEPRIS establece que los voluntarios que quieran participar como donadores no deben estar tatuados, deben ser mayores de 18 años y no presentar enfermedades como hepatitis o VIH. No obstante, de acuerdo con la página oficial del Gobierno de México, este tipo de personas sí pueden donar sangre, pero tienen que cumplir un año sin haberse realizado un tatuaje, perforación o tratamiento de acupuntura.
Aceptación
Cruz García afirmó que dentro de su personal hay doctores y enfermeros que se encuentran tatuados y se les ha dado la oportunidad de trabajar. “Nosotros sí podemos contratar personal con tatuajes, no hay problema”, aseguró el director del nosocomio.
Los tiempos han cambiado con el paso de los años, dando oportunidades nuevas a las personas con tatuajes que antes fueron estereotipadas como ladrones o drogadictos. Afortunadamente, cada vez más empresas y negocios han cambiado su forma de trabajar, y contratan a quienes forman parte de esta población que, en su momento, fue rechazada por la sociedad.
