Las familias de mineros muertos en tragedias siguen esperando justicia

El sacerdote Eduardo Neri acusa al sistema político y legislativo de estar lleno de corrupción y podredumbre

La parte posterior de cada cifra fría y simple refleja la imagen de dolor, impotencia e injusticia que en más de 52 años han enfrentado los deudos de mineros. Las familias afectadas a lo largo de más de cinco décadas y tres comunidades de una misma región, siguen esperando justicia de un sistema político inmerso en la podredumbre.

A propósito del Día del Minero celebrado ayer, refirió que estas muertes son el frío reflejo de la impunidad y la apatía para evitar más tragedias similares. Las 223 muertes ocurridas en tres tragedias se distribuyen de la siguiente manera: Minas de Barroterán en 1969, con 153 víctimas. Pasta de Conchos, con 63 fallecidos en 2006; y Múzquiz, con 7 fallecidos durante el mes pasado.
Corrupción
“Yo recuerdo que mi papá estuvo en Barroterán ayudando en la tragedia. Era obrero de AHMSA. De eso hace ya más de 50 años, y ya se vivían salarios míseros, condiciones inseguras; poderosos que nada hacían por dar seguridad a los mineros; necesidad en las familias. Y hoy la historia se sigue repitiendo con las mismas cuestiones”, sostuvo el religioso. Acusó a un sistema legislativo corrupto inmerso en la podredumbre y la corrupción, y lamentó que 223 familias siguen en la espera de justicia.
Dolor
Pasaron ya 52 años con historias que se repiten y todo indica que las familias de las víctimas tendrán que seguir en medio de su dolor e impotencia “por lo podrido de los sistemas”, finalizó Neri.

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