Entre los centenares de personas devueltos ilegalmente esa noche había 40 niños, una mujer embarazada y una chica que sufría de episodios epilépticos.
La ONG Legal Centre Lesvos ha presentado una demanda ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) contra Grecia por una presunta expulsión colectiva de centenares de migrantes a aguas turcas el pasado otoño, según confirmó a Efe Marion Bouchetel, encargada de incidencia de la organización.
En esta ocasión, la organización representa contra el Estado griego a 11 sirios que supuestamente fueron víctimas de una devolución en caliente la noche del 20 al 21 de octubre junto a un grupo de entre 180 y 200 personas cerca de la isla griega de Creta.
Bouchetel aseguró que, aunque muchas de las personas que sufren devoluciones ilegales tienen problemas para recordar por el trauma y la violencia experimentados, todos ellos identificaron sin problemas las patrulleras de la Guardia Costera helena, de un distintivo naranja brillante, implicadas en su devolución a aguas turcas.
Además, asegura que la demanda está apoyada por varios testimonios, vídeos, imágenes y geolocalizaciones que algunos de los pasajeros del bote pudieron recoger y enviar a sus contactos antes de que les robasen sus pertenencias.
Entre los centenares de personas devueltos ilegalmente esa noche había 40 niños, una mujer embarazada y una chica que sufría de episodios epilépticos. Además, aunque habían pasado por una tormenta y muchos de ellos no se encontraban bien, los guardacostas griegos no les ofrecieron ningún tipo de asistencia médica, ni agua, ni comida.
Los testimonios relatan cómo un buque de búsqueda y rescate y dos pequeños barcos patrulla, todos griegos, bloquearon el paso a la embarcación durante unas 5 horas, hasta que llegaron lanchas tripuladas por hombres enmascarados, sin identificar y armados, que algunos pasajeros aseguran que les golpearon y robaron casi todas sus pertenencias, dejándoles sin forma de comunicarse, sin documentos ni dinero.
Después, fueron forzados a embarcar en pequeños botes inflables, que los guardacostas supuestamente remolcaron hasta aguas turcas, donde les abandonaron sin chalecos salvavidas, aunque muchos de ellos no sabían nadar, y sin ninguna forma de pedir ayuda. Fueron rescatados por la Guardia Costera turca más de 24 horas después de comenzar el incidente.
Según Bouchetel, es sólo una de las 17 devoluciones colectivas que han podido documentar gracias a los testimonios de más de 60 supervivientes durante el último año. "Hay muchos más, algunos nos dicen 'tengo fotografías de este incidente pero ya me habían devuelto 3 veces antes', así que solo denunciamos los que podemos probar".
Para Legal Centre Lesvos estas devoluciones en caliente suponen crímenes contra la humanidad, pues se realizan de forma sistemática y generalizada, especialmente desde marzo del año pasado, cuando debido a la pandemia Turquía dejó de aceptar devoluciones de migrantes tal como está estipulado en la declaración conjunta de migración UE-Turquía firmada en 2016.
"Es la nueva forma de lidiar con las fronteras europeas, así es como Grecia gestiona la migración, devolviendo a personas de forma ilegal a Turquía. Esperamos que el TEDH vea que no se trata de un incidente aislado", explicó a Efe Bouchetel.
Aunque en este caso en concreto no hay pruebas de que agencias europeas estuvieran implicadas, para la ONG se trata de una práctica apoyada implícitamente y financiada por la Unión Europea.
Al preguntársele por la demanda, el Ministerio de Migración griego no ofreció respuesta. Hasta ahora el Gobierno ha negado todas las acusaciones, que ha calificado de "noticias falsas" creadas por traficantes.
