Justicia se pronuncia sobre rol servicio secreto serbio en guerra Balcanes
Se absolvió a Stanisic y Simatovic argumentando que no se podía demostrar su "intención directa" a la hora de planear las acciones cometidas por dichas unidades.
La Haya,- La Justicia internacional se pronuncia este miércoles sobre el rol del exjefe del servicio secreto serbio Jovica Stanisic y su adjunto, Franko Simatovic, en los asesinatos, persecuciones y expulsiones masivas de miles de civiles en las guerras de Croacia y Bosnia, lo que arrojará luz sobre el papel de Belgrado en la guerra de los Balcanes.
El Mecanismo para los Tribunales Penales Internacionales (MTPI), que heredó en 2017 los procesos pendientes del Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia (TPIY), se ha hecho cargo de la repetición del juicio a Stanisic y Simatovic, de 70 y 71 años respectivamente, acusados en 2003 de crímenes de lesa humanidad y de guerra por armar, organizar y financiar a grupos paramilitares que cometieron "actos inhumanos" contra la mayoría no serbia.
Según la fiscalía del TPIY, Stanisic y a Simatovic merecen la cadena perpetua porque tienen "una responsabilidad criminal" por el "papel principal" jugado en el establecimiento de unidades secretas serbias -grupos paramilitares- que "asesinaron" a civiles croatas y musulmanes, y "los expulsaron" de sus propios territorios con el objetivo de establecer "una Gran Serbia", tras la disolución de la antigua Yugoslavia en 1991.
Stanisic, exjefe del Servicio de Seguridad del Estado de Serbia (SDB), y Simatovic, excomandante de la unidad de fuerzas especiales (JSO), son sospechosos de la organización de unidades de combate que lucharon para la expulsión de poblaciones enteras, como parte de una empresa criminal conjunta (JCE) liderada entre 1991 y 1995 por el líder serbio Slobodan Milosevic.
Stanisic, hombre fuerte de Milosevic (fallecido en 2006 antes de ser sentenciado), está acusado de dirigir la asignación de armas, equipamiento y dinero en efectivo a las unidades secretas que cometieron los crímenes, mientras que Simatovic es señalado por entregar, a menudo personalmente, todo ese material en los campos de entrenamiento que dichas milicias habían establecido más allá de Serbia, en Croacia y Bosnia-Herzegovina.
Según describió el fiscal, entre esas unidades se encontraban los “Tigres” de Arkan (Guardia Voluntaria de Serbia), los “Boinas Rojas” o "los hombres de Frenki", un cuerpo que tomaba el apodo del mismo Simatovic y que, para llevar a cabo operaciones encubiertas, "se quitaban los distintivos de sus uniformes". Esas unidades fueron conocidas por su brutalidad.
El nuevo juicio contra Stanisic y Simatovic, que se declaran inocentes, se ordenó en 2015 después de que la Sala de Apelaciones del Tribunal revocara la decisión de la Sala de Primera Instancia debido a que esta última "incurrió en un error de Derecho al no juzgar" la "responsabilidad directa" de los acusados en los crímenes que sus unidades especiales cometieron.
Se absolvió a Stanisic y Simatovic argumentando que no se podía demostrar su "intención directa" a la hora de planear las acciones cometidas por dichas unidades.
Esa fue la segunda vez que el TPIY ordenaba la repetición de un juicio en sus 23 años de historia y el nuevo proceso judicial comenzó en 2017.
Está previsto que los dos acusados comparezcan esta tarde ante los jueces del MTPI en La Haya, y, de ser condenados, serían los primeros funcionarios serbios sentenciados por las masacres ocurridas en esa guerra, que dejó más de 130.000 fallecidos y millones de desplazados.
El MTPI desestimó a principios de junio las alegaciones del exlíder militar serbobosnio Ratko Mladic y ratificó su condena a cadena perpetua por el genocidio de Srebrenica, donde murieron 8.000 varones musulmanes, cuatro crímenes de guerra y cinco de lesa humanidad.
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