El ministro de Defensa israelí, Beny Gantz, anunció hoy el fin de la construcción de una barrera subterránea en la frontera con la Franja de Gaza, destinada a acabar con los túneles de ataque utilizados por milicias del enclave en conflictos pasados.
El anuncio de hoy pone fin a un proceso de construcción de tres años y medio, tras su inicio a mediados de 2018, que se estima que tuvo un costo mayor a los mil millones de euros.
El muro tiene una extensión de 65 kilómetros y cuenta con cámaras, sensores y radares, que permitirán detectar posibles intentos de perforaciones e infiltraciones.
"La barrera, que es un proyecto innovador y tecnológicamente avanzado, priva a Hamás de una de las capacidades que trató de desarrollar y coloca un muro de hierro, sensores y hormigón entre la organización terrorista y los residentes del sur de Israel", señaló Gantz, en alusión a los túneles de ataque utilizados en el pasado por el movimiento islamista.
En el año 2014, el entramado de corredores subterráneos utilizados por Hamás para llevar a cabo ataques en territorio israelí fue una de las razones esgrimidas por Israel para lanzar la operación "Margen Protector", que en 50 días causó la muerte de más de 2.100 palestinos y 73 israelíes.
"Esta barrera brindará a los ciudadanos israelíes una sensación de seguridad y permitirá que esta hermosa región continúe desarrollándose y floreciendo", agregó el ministro durante una ceremonia junto a la frontera, en el sur de Israel.
Según detalló hoy un comunicado de Defensa, más de 1.200 trabajadores participaron en la construcción de la valla, parte de la cual se encuentra sumergida en el mar Mediterráneo e incluye un sistema de armas que se maneja de forma remota.
