En la actualidad es su hijo Abelardo Moreno Ramírez, es quien se encarga de la panadería
SAN BUENAVENTURA, COAH. -El rico olor a pan calientito un deleite para muchos; para quienes lo preparan son horas de mucho trabajo y es que los grandes panaderos entregan un pedazo de su corazón en cada pieza que fabrican. En San Buenaventura Israel Moreno Arámbula es un conocido panadero que en el año de 1982 empezó en el oficio.
A casi 40 años de que inició en el oficio, su panadería ha logrado permanecer en el gusto de los Sam bonenses que a diario buscan la pieza de pan para acompañar con su taza de café.
En la actualidad es su hijo Abelardo Moreno Ramírez, el encargado de la panadería, quien junto con su hermana y uno de sus hijos se encarga de la preparación diaria del tradicional pan dulce y el bolillo.
Y aunque hoy en día gran parte de las panaderías de la región utilizan otros métodos más actuales para cocer el pan, ellos siguen utilizando el horno de leña para elaborar el producto con un sabor exquisito.
“Es herencia de mi padre, tenemos casi 40 años haciendo pan a diario, él nos enseñó lo que aprendió de don Carlos Tenemus, uno de los maestros en el oficio, mi padre ya no hace pan, pero si viene de vez en cuando a darnos la vuelta”.
Son hasta 1000 piezas de pan las que hornean, 500 piezas de pan dulce y 500 piezas de bolillo, en la panadería ubicada en la zona centro, un lugar de mucha tradición en el municipio.
El proceso de elaboración tarda hasta 8 horas; a las 4 de la tarde el total de las piezas de pan están listas y se empiezan a colocar en las vitrinas para que el cliente elija a su gusto y antojo.
“En temporada de calor empezamos a trabajar a las 6 de la mañana, pero ya en tiempo de invierno como es mayor la demanda empezamos desde las 4 de la mañana porque si tenemos mucha demanda”, comentó Abelardo Moreno.
Además de la materia prima como la harina, azúcar, levadura, los sabores vainilla canela, azúcar glas y mermeladas, en el proceso de elaboración se utilizan herramientas como la mesa de acero para el amasado, la revolvedora y la cortadora del pan.
Destacó que, del oficio de panadero, su padre Israel los saco adelante y aunque hay temporadas de bajas ventas como el tiempo de calor, los ingresos permiten tener el sustento diario.
“En calor no vendemos mucho, pero si hay gente que todos los días come pan, a diario piden la pieza de pan dulce para acompañar con el café más que nada los adultos mayores, por eso en tiempo de frio trabajamos como hormiguitas juntamos los ingresos para sostenernos durante todo el año
Las conchas, campechanas, marranitos, empandas, guaraches, las yolandas, los yoyos, campechana, polvorones son las piezas que día a día salen del horno para deleitar a los cientos de clientes que por años han degustado.
La panadería de don Israel es una tradición en San Buenaventura, han llegado otras panaderías, pero no tienen éxito y cierran “nosotros gracias a Dios hemos permanecido”.
