El saldo fue de dos personas lesionadas, la cuales fueron trasladadas a un nosocomio
EJIDO OCHO DE ENERO, MUNICIPIO DE FRONTERA; Fuerte accidente automovilístico registrado la tarde de ayer entre dos automóviles sobre la carretera 30, dejó como resultado tres personas con lesiones de gravedad, entre ellos dos trabajadores de la empresa Real Alloy.
El percance tuvo lugar minutos después de las 6:00 de la tarde, cuando se desplazaba sobre la citada arteria vial en dirección al poniente, un automóvil marca Nissan tipo Jetta color gris donde viajaba una persona del sexo masculino, quien circulaba a más de 100 kilómetros por hora.
Al llegar a la altura del kilómetro 15 aproximadamente, debido a una probable distracción perdió el control del volante para proyectarse contra una luminaria y seguir su loca carrera dando vueltas de campana, invadiendo el carril contrario de circulación, donde viajaban dos empleados de la empresa Real Alloy a bordo de un automóvil Chevrolet tipo Montecarlo color negro, el cual era conducido por Isaac N, quienes se dirigían de San Buena Ventura a su área de trabajo ubicada en el cordón Industrial de Frontera.
Después del fuerte impacto el automóvil Nissan quedó completamente destrozado entre el monte, mientras el vehículo color negro terminó en medio de la carretera presentando cuantiosos daños materiales y dejando en el interior a los dos tripulantes severamente dañados, quienes fueron trasladados por socorristas del Grupo de Urgencias Básicas de Coahuila de emergencia a un hospital, así como el conductor del carro presunto responsable quien también fue llevado de emergencia.
El trabajador de la empresa donde se fabrican los lingotes de aluminio, argumentó que sólo vio cómo se venía encima de él dando vueltas el carro Jetta y que nada pudo hacer para evitar el fuerte impacto.
Elementos preventivos acordonaron el perímetro para que oficiales de la Policía División de Caminos realizara las diligencias correspondientes, donde permaneció obstruida la circulación vial en ambos sentidos por varios minutos, mientras eran remolcados los vehículos participantes a un corralón, lugar donde permanecerían hasta que se deslindaran responsabilidades y se cubrieran los daños materiales así como las lesiones.
