La Fiscalía precisó que la pareja de Jürgen Conings no es sospechosa de haber participado en los hechos.
Bruselas,- Jürgen Connings, el militar ultraderechista que había amenazado a un conocido virólogo del país y llevaba un mes desaparecido, puso fin a sus días con un arma de fuego hace "entre una y cuatro semanas", según informó este lunes la Fiscalía federal.
Dos ciclistas encontraron ayer domingo el cuerpo de Connings mientras atravesaban un boscoso parque nacional, en una zona de difícil acceso donde, de no ser por el olor del cuerpo en descomposición, "habría sido casi imposible encontrar al desaparecido", indicó la Fiscalía en un comunicado.
La persona que encontró el cadáver de Conings filmó la escena y ofreció luego las imágenes a un medio de comunicación alemán, motivo por el que la Fiscalía de Limburgo ha abierto un caso penal sobre los hechos, indica la nota.
Los acontecimientos "son sobre todo un drama humano", indicó la Fiscalía, que subrayó que hubiera preferido poder encontrar a Conings con vida.
La investigación balística y médico legal, así como las constataciones sobre el terreno, permiten confirmar que "ha puesto fin a sus días con un arma de fuego" y precisa que se encontró una pistola contra su cuerpo.
La fecha del fallecimiento se remontaría a entre una y cuatro semanas, indicó la Fiscalía, que añadió que harán falta más análisis para concretarla mejor.
Llevaba varias armas de fuego cargadas, municiones, un cuchillo, un hacha y un machete.
Este lunes tuvieron lugar nuevas búsquedas en la zona y ello permitió encontrar armas y municiones.
La Fiscalía precisó que la pareja de Jürgen Conings no es sospechosa de haber participado en los hechos.
Las fuerzas de seguridad belgas llevaban desde el 17 de mayo buscando a Connings, un militar de 46 años de extrema derecha fuertemente armado y que se encontraba ya en una lista de los servicios de seguridad de 30 de militares de ultraderecha considerados potenciales amenazas terroristas.
El pasado 17 de mayo, el militar salió del cuartel en el que trabajaba armado con un lanzacohetes, un subfusil, una pistola y un chaleco antibalas y no regresó a su casa, lo que activó las alarmas y desencadenó la búsqueda.
Al día siguiente se localizó su coche, sin placas de matrícula y con varias armas pesadas en su interior, en las inmediaciones del parque natural Hoge Kempen, donde se centraron las pesquisas iniciales, seguidas de registros en el entorno del militar, a quien las autoridades consideran una amenaza grave para la seguridad a la luz de las pruebas recabadas.
