Estados Unidos aseguró este martes ante la ONU que el nuevo Gobierno de Joe Biden apoyará una solución negociada de dos Estados en Oriente Medio, perfilando una vuelta al consenso internacional tras la ruptura de Donald Trump.
“Bajo la nueva Administración, la política de Estados Unidos será apoyar una solución de dos Estados mutuamente acordada, en la que Israel viva en paz y seguridad junto a un Estado palestino viable”, señaló Richard Mills, el encargado de negocios de la misión estadounidense ante Naciones Unidas.
Mills representó a Washington en un debate en el Consejo de Seguridad sobre el conflicto palestino-israelí, a la espera de que sea confirmada la embajadora elegida por Biden, Linda Thomas-Greenfield, pero ya esbozó algunas de las posturas del nuevo Ejecutivo.
Según el diplomático, la postura estadounidense va a estar basada en la premisa de que cualquier progreso debe basarse en “consultas activas con las dos partes” y teniendo en cuenta que cualquier éxito depende del respaldo tanto de israelíes como de palestinos.
Ese enfoque contrasta con el de Trump, que centró su estrategia para Oriente Medio en medidas y propuestas rechazadas frontalmente por las autoridades palestinas y que incluyó históricos acuerdos entre países árabes e Israel, que han cambiado el paradigma regional del conflicto.
EE.UU. subrayó su intención de “renovar relaciones” con el liderazgo palestino, “atrofiadas durante las pasados cuatro años”, y recordó que Biden se ha comprometido a restaurar los programas de asistencia cortados durante la era Trump y a reabrir oficinas diplomáticas cerradas.
En un claro cambio de postura con respecto al anterior Gobierno, el representante estadounidense urgió al Gobierno israelí y a los palestinos a evitar “pasos unilaterales que hagan más difícil la solución de dos Estados”, entre los que apuntó las “anexiones de territorio” y las “actividades de asentamientos”.
Al mismo tiempo, EE.UU. dejó claro que seguirá siendo un apoyo clave para Israel y que se opondrá a las resoluciones en la ONU que considere que son parciales contra su aliado.
Mills recalcó también que el Gobierno de Biden da la bienvenida a los acuerdos de normalización de relaciones entre Israel y países árabes y seguirá urgiendo a más Estados a acercarse a Israel.
La ONU, a través de un portavoz, dio la bienvenida a los mensajes de la nueva Administración y a su “atención renovada a la cooperación internacional”.
El secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Abulgueit, participó también en la reunión del Consejo de Seguridad y confió en que el Gobierno de Biden tome medidas para “corregir” las políticas “no útiles” de Trump.
En ese sentido, Abulgueit dijo esperar un nuevo impulso al proceso de paz en el marco del consenso internacional de la solución de dos Estados.
El ministro palestino de Exteriores, Riyad Al Malki, subrayó la urgencia de avanzar en esa línea y pidió más compromiso a la comunidad internacional, con una reactivación del Cuarteto para la Paz y más actividad en el Consejo de Seguridad.
En ese sentido, el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, volvió a expresar el respaldo de Moscú a la organización una conferencia internacional de paz que vienen reclamando los palestinos y propuso celebrarla esta primavera o verano a nivel ministerial.
Por otra parte, los representantes palestino e israelí -como es habitual- cruzaron acusaciones sobre distintos asuntos, incluida la pandemia, con Al Malki acusando a Israel de no estar facilitando a los palestinos vacunas del coronavirus, incumpliendo con sus responsabilidades como “potencia ocupante”.
El embajador israelí, Gilad Erdan, aseguró que esa denuncia es parte de una campaña de “mentiras” y subrayó que la responsabilidad en materia de sanidad es de las autoridades palestinas y que Israel está asistiendo en todo lo que se le ha solicitado.
