SE AVECINA ¨TORMENTA¨ DE RECLAMOS
Con todo y el recién firmado pacto por la paz laboral en el que se encuentran autoridades laborales, empresarios, sindicatos y todos los involucrados en la vida laboral del estado, al menos la Región Centro está por iniciar o dar continuidad a un periodo que arrancó desde abril del 2014 con la exigencia de utilidades por parte de obreros de diversas empresas locales, en aquel entonces, fueron los obreros de Teksid hoy integrantes de la sección 327 del Sindicato Minero Nacional los que arrancaron con paros laborales y manifestaciones que fueron emuladas en aquel entonces por los trabajadores de otras factorías como Nemak, Coduit, PYTCO, Gunderson, Teksid, entre muchas otras que desde aquel entonces encontraron la forma y sobre todo la oportunidad de alzar la voz en contra de sus representantes sindicales y lograr no solamente utilidades sino hasta compensaciones mayores bajo el argumento de que eran los principales conocedores de las altas cantidades de producción y ventas que al menos en ese entonces tenían las empresas locales, desde ese entonces la historia se ha repetido año con año y aunque algunas empresas lo evitan entregando en tiempo y forma, incluso hasta con fechas adelantadas las percepciones que por PTU tenían derecho sus trabajadores, como ocurrió en 2016 y 2017 con Gunderson que aportó a cada trabajadores más de 30 mil pesos y que fue el detonante para que en todas las empresas exigieron cantidades elevadas en por ese concepto.
Derivado de todo eso, desde tres años atrás, nació el llamado pacto de paz laboral que al final los obreros lo han tomado como sólo una forma de protección patronal, más no así para ellos como la fuente principal de las riquezas que generan las factorías gracias a su trabajo, y con todo esos pactos, la historia ha dejado en claro que el trabajador lo único que sabe y entiende es que tienen derecho de recibir utilidades y punto, sin embargo el panorama será muy complicado si se toma en cuenta el hecho de que el 2020 fue un año negro para todos por la pandemia y que las empresas casi todas, se vieron en la necesidad de despedir personal por no aguantar las cargas impositivas y porque los mercados están totalmente contraídos y por consecuencia sus volúmenes de producción fueron los peores en la historia.
En la región, parece que a los únicos que no les afectara la situación de la pandemia para sus remuneraciones económicas serán los obreros de Maxion, porque justamente en una de las revisiones del Contrato Colectivo, en los artículos del mismo se estableció que independientemente de que la empresa haya logrado o no utilidades durante el ejercicio fiscal en curso, los obreros deberán recibir como pago compensatorio 30 días íntegros de su salario, pero lo lamentable para el resto de los trabajadores en la región es que no hay ninguna otra empresa que tenga suscrito un acuerdo de ese tipo más que la enclavada en Castaños, de ahí el riesgo enorme de la cascada de complicaciones que parece se verán nuevamente desde el mes de abril, porque las empresas tienen la obligación de revisar sus resultados e informar a la SHCP en el periodo que abarca desde la última semana del mes en curso y hasta la primera del mes de abril.
