Es muy probable que, si pasaste mucho tiempo expuesto al sol, notes cambios en tu tono o la sientas caliente al tacto.
Es probable que, si has estado mucho tiempo expuesto al sol de manera consciente o inconsciente sin una protección adecuada, hayas sufrido alguna quemadura solar sin darte cuenta.
En temporadas de calor e intenso sol debes extremar precauciones, ya que estar expuesto al sol por largos periodos puede provocar quemaduras, lo que aumenta el riesgo de otros daños en la piel, como pueden ser manchas oscuras, asperezas, piel seca o arrugada; en el peor de los caos, aumenta el riesgo de desarrollar cáncer en este órgano. La recomendación más importante es intentar prevenir cualquier tiempo de contacto prolongado con el sol, extremar precauciones antes de salir de casa, cargar siempre con agua, protector solar o un paraguas.
¿Cómo detectar quemaduras?
Cada persona llega a experimentarlo de diferente manera por su tipo de piel, sin embargo, los síntomas más comunes son: Cambios en el tono de la piel, piel que se siente cálida o caliente al tacto, hinchazón, dolor de cabeza, fiebre, náuseas y fatiga, si la quemadura por el sol es grave.
No importa la zona del cuerpo, siempre y cuando esté expuesta al sol, puede sufrir quemaduras. Por lo general los síntomas llegan a presentarse unas horas después de la exposición a los rayos ultravioleta.
¿Qué hacer?
La mayoría de las quemaduras por el sol se curan por sí solas en un par de días o semanas, sin embargo, para aliviar el dolor momentáneo te dejamos las siguientes recomendaciones:
- Para volver a hidratar la piel y reducir la inflamación, puedes aplicarte crema humectante.
- Beber agua para evitar la deshidratación.
- En caso de tener ampollas, evita romperlas.
- Un baño con agua tibia también es de gran ayuda; recuerda no usar agua fría.
- Usar ropa que proteja del sol, como mangas largas y sombreros
- Evitar el uso de productos que contengan benzocaína o alcohol, ya que pueden irritar la piel o producir alergia.
