Los administradores aprovecharon el fin del Campeonato Brasileño el pasado jueves para iniciar las obras y ya retiraron todo el césped natural.
Río de Janeiro.- El campo del legendario estadio Maracaná de Río de Janeiro, en el que se han disputado las finales de dos mundiales de fútbol, luce este miércoles como una típica cancha de tierra de una barriada luego de que toda su hierba fuera arrancada para la futura implantación de un césped híbrido.
Las imágenes de la cancha del Maracaná convertida en todo un campo pelado, similar al que puede ser visto en una favela de esta ciudad brasileña, pululan en los portales deportivos este lunes por su carácter insólito.
La propia administración del mítico estadio de 71 años divulgó en sus redes sociales un vídeo en el que muestra el proceso de retirada del césped natural y de movimiento de tierras que terminó convirtiendo su famoso tapete verde en una cancha de tierra.
Pero se trata del inicio de una obra con la que los administradores sustituirán el césped natural por uno híbrido, en el que se mezclarán hierba natural con fibras sintéticas, con el fin de mejorar el estado del terreno, que ha sido objeto de duras críticas en los últimos meses.
Los administradores aprovecharon el fin del Campeonato Brasileño el pasado jueves para iniciar las obras y ya retiraron todo el césped natural y, con maquinaria pesada, realizaron una excavación de 15 centímetros para la retirada de arcilla y arena.
La previsión es que la próxima semana se inicien los trabajos para nivelar el suelo y plantar el césped natural reforzado con fibras de polietileno, una mezcla capaz de darle más resistencia a la cancha y mejorar el drenaje.
"Este sistema asegura una superficie siempre uniforme, es más eficaz y resistente al pisoteo, sustenta más horas de juego por año que la superficie clásica" y "es el mismo que vienen adoptando la mayoría de los estadios europeos", defendieron los administradores.
Las obras con un costo de 4 millones de reales (unos 700,000 dólares) buscan satisfacer a críticos como el propio técnico de la selección brasileña, Tite, quien, tras la disputa de algunos partidos de la Copa América este año en el estadio, cuestionó que uno de los mayores templos del fútbol mundial cuente con un campo de tan escasa calidad.
El seleccionador afirmó que el estado de la cancha del Maracaná incluso amenaza la seguridad de sus jugadores, que quedan susceptibles a lesiones, e impide un fútbol de calidad.
Los administradores prevén que el estadio estará nuevamente en funcionamiento en marzo de 2022, cuando se estarán disputando las fases finales del Campeonato Carioca, que reúne a los mejores clubes del estado de Río de Janeiro.
"Es una intervención necesaria que tuvo como principales factores el volumen de partidos disputados en el estadio y también las interferencias climáticas", explicó en una nota el primer ejecutivo del Maracaná, Severiano Braga.
El estadio, uno de los más célebres del mundo, cumplió el año pasado 70 años convertido en uno de los testigos más privilegiados de la historia del fútbol, pues ha sido el escenario de las finales de los Mundiales de 1950 -el del 'Maracanazo' uruguayo- y 2014, y del milésimo gol de Pelé, en 1969.
También acogió los Juegos Panamericanos de 2007 y la apertura de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, así como conciertos de artistas y grupos mundialmente conocidos como Frank Sinatra, Madonna, Paul McCartney y The Rolling Stones.
