Kaunda logró grandes avances para mejorar la vida de los zambianos, pero incumplió la promesa de mantener la democracia al introducir un Estado de partido único en 1973.
Lusaka,- Kenneth Kaunda, de 97 años, primer presidente y padre fundador de la República de Zambia, recibe tratamiento médico por una neumonía y ha experimentado una mejora, confirmó hoy a Efe su asistente administrativo, Rodrick Ngolo.
Ngolo había informado este lunes del ingreso de Kaunda en el Hospital Militar Maina Soko de Lusaka, sin precisar entonces el poblema de salud.
El asistente indicó hoy a Efe que el exmandatario lleva una semana hospitalizado por una neumonía, pero se está recuperando.
"Esperamos que sea dado de alta pronto, ya que está mejorando constantemente", subrayó Ngolo.
El asistente desmintió también los rumores que hablan de que Kaunda podría haber contraído el coronavirus.
El expresidente, aseveró, "dio negativo (en el test) de covid-19, así que quiero asegurar que no padece covid, como se especuló".
Kaunda ha gozado siempre, en general, de buena salud, una condición que él atribuye a la dieta vegetariana que sigue desde hace más de cincuenta años, si bien en recientes apariciones públicas ha mostrado un aspecto frágil.
Tras anunciarse ayer la hospitalización, el actual presidente de Zambia, Edgar Lungu, quien opta a la reelección en las elecciones del próximo 12 de agosto, instó a la nación a orar por Kaunda "para que Dios pueda tocarlo con su mano sanadora".
Kaunda, una de las últimas figuras que sobreviven de la lucha anticolonial que protagonizó África durante los años 50 del pasado siglo, se convirtió en el primer presidente de Zambia en 1964, año en que el país se independizó del Reino Unido.
Conocido popularmente como "KK" (siglas de su nombre), el exmandatario fue, durante su presidencia, un feroz crítico del sistema segregacionista del "apartheid" en Sudáfrica y el Gobierno de la minoría blanca en Rodesia (actual Zimbabue).
Al principio, Kaunda logró grandes avances para mejorar la vida de los zambianos, pero incumplió la promesa de mantener la democracia al introducir un Estado de partido único en 1973.
En 1991, presionado por la oposición, restauró la democracia multipartidista con la convocatoria de unas elecciones en las que salió derrotado, y dejó el poder de manera pacífica.
