Miami se aprovechó de las dificultades que enfrentan los Saints para vencerlos con un contundente 20-3.
El destino le sigue jugando a favor a unos Dolphins que acumulan siete victorias de forma consecutiva.
En el cierre de la Semana 16, Miami se metió al Mercedes-Benz Superdome y se aprovechó de las dificultades que enfrentan los Saints para vencerlos con un contundente 20-3.
Nueva Orleans sufrió en los días previos un brote de Covid-19 y con ello la baja de su segundo y tercer quarterback, abriendo la puerta para un nuevo debut en la NFL.
Ni en su mejor sueño Ian Book se imaginó presentarse en un ‘Monday Night’, con su equipo buscando mantener viva la esperanza de los playoffs, pero muy pronto lo despertaron.
28 yardas. Apenas en la primera serie ofensiva, el ex pasador de la Universidad de Notre Dame fue interceptado por Nik Needham, quien corrió 28 yardas para el ‘pick six’ que adelantó a la visita. Muy pronto Nueva Orleans tuvo que remar contra corriente, y les resultó imposible con un QB que únicamente completó 12 de sus 20 envíos para 135 yardas, ningún touchdown y dos intercepciones.
Ofensiva. El explosivo Alvin Kamara tampoco lo respaldó por tierra, al apenas avanzar 52 yardas en 13 acarreos.
Tampoco es que la ofensiva de Miami necesitara una gran actuación para mantenerse su impresionante seguidilla de victorias. Tua Tagovailoa lanzó para 198 yardas, un TD y fue interceptado en una oportunidad.
Destino. Con esta victoria, los Dolphins se colocan con marca de 8-7, ocupando la séptima plaza de la Conferencia Oeste. Los pupilos de Brian Flores vuelven a controlar su destino.
Más allá de lo accesible que ha lucido su calendario en las últimas semanas, Miami ha hecho lo necesario para hacer historia y convertirse en el primer equipo que gana 7 partidos de forma consecutiva luego de haber perdido los 7 partidos previos.
