Muchos se encuentran preparando el festín para la noche del 25 de diciembre, otras familias, solo esperan tener un plato caliente de comida.
“Yo lo único que quiero es un pantalón nuevo” expresó.Dixie de 11 años, quien vive en un hogar con muchas carencias, junto a sus padres y sus seis hermanos. Los pequeños esperan recibir un regalo esta Navidad, sin embargo, la difícil situación de la familia apenas les permite probar alimento dos veces al día, no alcanza para ropa, calzado y mucho menos juguetes.
Para la famllia Menchaca Romero, la época navideña es diferente a como tradicionalmente la festejan muchas familias, la extrema pobreza en la que viven no les permite celebrar como quisieran. No hay un salario digno para sustentar al menos las necesidades más primordiales.
La casa situada en un sector de marginación tiene apenas dos cuartos, uno adicional que fue construido por medio de un programa de gobierno.
Privación. Mientras los más pequeños jugaban descalzos al exterior de su humilde vivienda, ubicada en la calle Carlos Terrazas de la colonia La Esperanza, al oriente de la ciudad, su madre Diana Patricia relató a periódico El Tiempo de Monclova que su esposo tuvo un accidente y ya no pudo continuar con su labor de albañil.
“Nosotros aquí vivimos al día, cuando hay comemos una o dos veces, o también los niños se van al comedor de la colonia”, comentó Patricia, al tiempo que su hija Abigail de 12 años la abrazaba.
Desapercibida. Dijo que en su hogar la Navidad es una fecha como cualquier otra, no se sirve una cena especial, no hay un árbol con luces y “Santa Claus” no llega cargado de juguetes, aunque sus niños tienen esa gran ilusión de abrir un regalo el 24 de diciembre.
Con un rostro de tristeza, mencionó que:
"ese día solo la pasamos aquí todos juntos, cenamos lo que haya o a veces la gente que apoya nos trae un pollito, pastel o les dejan bolsitas de dulces a los niños".
Dificultad. Mencionó que desde que su esposo dejó de trabajar, la situación es más complicada; "ahora arregla bocinas y celulares, pero hay días en que no le cae nada de trabajo y no nos queda ni para comer por eso los niños se van al comedor comunitario".
Cinco de los menores se encuentran en edad escolar, pero desde que inició la pandemia, la falta de recursos les impidió seguir estudiando.
Regalos. Abigail tiene 14 años y estaría cursando la secundaria, pero en su casa no hay posbilidades para comprar un celular o una tablet, tampoco para el servicio de internet. "Yo se que mis papás no me pueden comprar un celular, porque ellos tampoco tienen, me gustaría que me regalaran uno para hacer las tareas de la secu".
Inocencia. Julio Cesar de 12 años, dijó que desde muy pequeño sueña con tener una bicicleta; "siempre he querido una bici para andarme paseando con mis amigos".
La más sonriente de la familia Dixie de 11 años, más que juguetes quiere ropa nueva para celebrar la Noche Buena; "yo lo único que quiero es un pantalón negro con bolsas a los lados".
Petición. Mía tiene 10 años y tambien quiere una bicicleta. Estefanía cumplió 6 años y como todas las niñas de su edad tiene el anhelo de recibir juguetes en la Navidad "quiero una muñeca con su bebé". Los más chicos Erik y Josué de 4 y 3 años de edad sueñan con una pista de "carritos". Faltan solo 11 días para la Navidad, y los hermanos Menchaca Romero, tienen grande deseos de celebrar como en muchos hogares. Con una cena especial, una piñata, dulces y a las 12 de la noche abrir los regalos.
Generosidad. "Como madre si me entristece no poder darle un regalo a mis niños, pero la situación es muy difícil, mi esposo que sostiene la casa ya no puede trabajar por el accidente que tuvo, yo se que hay personas con un buen corazón, ojalá alguien pueda cumplirle ese sueño a mis hijos", dijo Patricia. Usted puede hacer un acto de solidaridad, cumpliendo el anhelo de los hermanos Menchaca y lograr que tengan una sonrisa esta Navidad. Ante cualquier donativo puede comunicarse al 8662582745.
