Al acercarse el fin de año, muchas personas comienzan a darse cuenta de los errores que se cometieron en un pasado y buscan la manera de reencontrarse con las personas que aman.
El padre Jorge comentó que la religión cristiana viene de una tradición judía, en donde se recuerda el amor que Dios ha tenido por el pueblo y la humanidad, estos tiempos son especiales para muchas personas ya que son de reflexión.
Aclaró que en caso de los cristianos se sabe que el regalo más grande que Dios ha brindado es ceder a su propio hijo, que encarnó en un hombre, una mujer y una familia. José y María deciden formar una familia y criar a el descendiente de Dios, este niño nace para traer la paz, reconciliación, y unidad en fraternidad. La llegada de este bebé implica que las personas superen lo que antes les impedía convivir en armonía con los prójimos.
Es por eso que en esta época del año se hace un llamado a estar unidos, a hacer las paces, reparar el daño que se ha hecho y volver a confiar en la buena voluntad y disponibilidad de las personas.
La personas tienden a reflexionar en épocas decembrinas. El padre afirma que en estas fechas representan el cierre de un ciclo que es el año civil, y dar entrada a una etapa en donde se abre nueva oportunidad para un nuevo comienzo.
Recalcó que en el caso de la tradición judía existe el Janucá, que es la fiesta del perdón. Son una gran cantidad de motivos que las tradiciones brindan para aprender a perdonar o a pedir el disculpas. Dios ama y el símbolo de ese acto es su hijo que llegó a dar vida y salvación, sin embargo, el perdón debe de ser constante, es un hecho que la fecha es simbólica, pero siempre hay una mayor sensibilidad y en el ambiente hay una mayor disponibilidad para acudir al llamado de la reconciliación.
Aspectos que debe de considerar una persona para atreverse a pedir perdón. Comentó que habría que tomar en cuenta la enseñanza de las ciencias humanas como puede ser la psicología, el perdonar es un don que se lleva a cabo con la justicia, la reparación del daño profundo y evitar que las personas sigan con esa herida generando enfermedad y dolor.
Se tiene que reconocer que se ocasionó un mal en otras personas, pero si se es quien recibió la ofensa, existe la manera de apoyarse en la aceptación de una disculpa y saliendo adelante y siendo libre.
El arrepentimiento es bueno. Aclaró que arrepentirse es signo de que la persona realizó un acto de conciencia en que aquella acción que realizó no fue correcta y es asumir como adulto responsable que se cometen errores y que se es capaz de hacer el mal, pero a pesar de todo se puede dar una nueva orientación a la vida y reconocer el problema, pero estar dispuesto cambiar para que el daño no siga ocasionando malos sentimientos.
Todos son capaces de perdonar. El psicólogo Armando Lira indicó el verdadero asunto en quien quiere aprender a dar el perdón.
Quien decide aceptar disculpas tiene que aceptar que quizá las circunstancias en las que se dio la ofensa no estaban bajo el control de quien cometió el error, en ocasiones las situaciones únicamente se van dando el efecto de una bola de nieve, haciendo cada vez más grande el problema.
Quien va a perdonar también debe de tener sus precauciones y considerar que tal vez la persona que lo ofendió no tenía la intención de que las cosas salieran mal, se tienen que ver todos los detalles que están al rededor del problema.Es bueno retractarse de los errores, ataduras y culpas, pues lo único que ocasionan es frenar a las personas paras seguir adelante. Lamentablemente las personas ponen fecha para todo y esperan a diciembre para reflexionar sobre asuntos negativos que pasaron durante el año, pero en realidad en cualquier época se puede pedir perdón, solo es necesario tener las ganas de hacerlo siempre y cuando en realidad se quiera.
