Las tragedias mineras que han ocurrido en la entidad como la de Múzquiz enlutan la entidad
¨Las tragedias que enlutan a Coahuila como la ocurrida en Múzquiz o la de Pasta de Conchos son reflejo de la apatía de autoridades que nunca han hecho nada para evitar más muertes¨ sostuvo Ismael Leija Escalante. Los lamentables sucesos dejan en claro que este 11 de julio los mineros del país no tienen nada que celebrar.
La historia trágica de la minería en Coahuila ha quedado marcada con diversas fechas imposibles de olvidar. Las más recientes el 19 de febrero del 2006 con la explosión en la unidad Pasta de Conchos donde 63 mineros perdieron la vida, 61 siguen atrapados. Apenas el 4 de junio del presente año 7 mineros más murieron al inundarse la mina Micarán en Múzquiz, Coahuila. En ambos casos autoridades de los tres órdenes de gobierno aparecieron en escena, pero en la Región Carbonífera la muerte sigue rondando cada mina, cada pocito de carbón amparada en la apatía de las autoridades.
Exigen
El 11 de julio 1934 se fundó el Sindicato Nacional Minero. Hoy a 87 años de distancia el dirigente sindical Ismael Leija Escalante sostiene que más que una celebración es tiempo de alzar la voz y exigir a las autoridades un fin a las tragedias. ¨No puede ser correcto que sólo cuando ocurren las desgracias se aparecen y habló de todos los órdenes de gobierno, ahí están todas las viudas de Pasta de Conchos esperando justicia, ahora se les sumaron 7 familias más y parece que nada pasa siguen operando pocitos o minas sin regulación¨ apuntó. Imelda Jiménez delegada del sindicato minero señala ¨es un día para recordar la creación del sindicato, pero también para saber que hay mucho por hacer se debe de encontrar justicia para todos¨.
Como minero Julio César Herrera no dudó en acudir al rescate de sus compañeros. La tristeza lo invadió al encontrar a uno de sus compañeros sin vida. La necesidad obliga a que sigan trabajando en las entrañas de la tierra. Asegura que es necesario que la Secretaría del Trabajo no se venda a los patrones que sólo miran sus intereses y que no les interesa mejorar las condiciones en las que laboran todos los días los mineros. A la fecha viudas, hijos, hermanos, padres de familia de quienes han muerto en las minas, siguen esperando justicia.
¿Celebración?
La impunidad en que viven los patrones, la apatía de autoridades, la falta de justicia para todos los mineros fallecidos, la incertidumbre de saber si hoy saldrán vivos de las minas donde laboran, es un claro ejemplo que este 11 de julio en el día del minero no hay nada que celebrar.
