Como cada año en estas fechas comenzamos con la búsqueda de los regalos navideños; sea por falta de tiempo o porque como buenos mexicanos estamos acostumbrados a dejar todo para el final, es la época en la que no cabe ni un alfiler por las calles del centro de la ciudad y las compras de pánico se intensifican con la inminente llegada del 24 de diciembre. Sin embargo hoy en día hay muchas herramientas para evitar este tipo de conglomeraciones, que lejos del tema del distanciamiento físico por la pandemia el cual es absolutamente imposible mantener dentro de cada tienda, es la comodidad de poder comprar a gusto, sin prisas y sobre todo sin largas filas que hacen esperar en ocasiones por horas. Esos tiempos me parece que ya pasaron desde hace unos años con la peleada competencia de precios que se dan en línea y que año con año van mejorando tanto como en servicio como en los tiempos de entrega, llegando la mercancía incluso al día siguiente de la compra en algunos casos.
Si bien es cierto que este modelo de compras afecta a los negocios locales ya que por lo regular los artículos comprados provienen de otras parte del país, beneficia al consumidor y esto último es algo con lo que difícilmente pueden competir estos establecimientos comenzando con el precio, aunque existen otras alternativas que pudieran adoptar para satisfacer las necesidades del consumidor y estas consisten en tener un buen catálogo digital en internet en el que se puedan hacer compras para su posterior envío a través de las múltiples plataformas de entrega inmediata que actualmente existen y que comúnmente utiliza el rubro restaurantero, de este modo el cliente no tiene qué salir de casa y su producto llegará a la puerta de su hogar.
Por otro lado también existe esa melancolía de andar por los aparadores comparando precios físicamente, lo cual no está mal; medirse prendas, descubrir cosas que no sabíamos que necesitábamos, sentir que realmente estamos comprando algo, andar de shopping, para acabar pronto.
En ocasiones también se da el caso de que no sabemos a ciencia cierta qué es lo que vamos a comprar, sobre todo si tenemos una lista grande de “personas por regalar algo” y este tipo de búsquedas ayuda a darnos una buena idea de qué puede ser para cada cuál, aunque en lo personal me abunda una gran claustrofobia no poder caminar libremente y sentirme ‘apachurrado’ por ese mar de gente que transita entre las tiendas buscando el regalo perfecto… simplemente no es lo mío y las compras por internet me han dado un escaparate perfecto para evitar esas situaciones; no es lo mismo estar en medio de un mar de gente en un concierto de tu artista favorito, que estar en uno en medio de una selva de asfalto con gente desesperada por poder conseguir lo que busca empujándose unos con otros, aunque para algunos este sea el verdadero sentido de la navidad.
Según la consultora Kantar, este año el mexicano promedio gastará $4,900.00 pesos en regalos navideños, un incremento de $600 con respecto al anterior y "a diferencia del 2020, este año el 66% de los mexicanos harán principalmente sus compras navideñas en tiendas físicas, mientras el 34% lo hará de modo online".
Abunda que quienes lideran las visitas físicas son Walmart, Coppel, Liverpool, Suburbia y Bodega Aurrera, en ese orden. Así que, si al igual que un servidor, trata de evitar las conglomeraciones de gente, ya sabe cuáles tiendas son las que tienen mayor afluencia. Al final los regalos son la cereza del pastel, aunque el espíritu navideño me parece que va por otro lado, pero esa es otra historia.
