A un año, regresa la fiesta
El día de ayer, el Subcomité Regional de Salud, en base a las estadísticas de casos positivos de Covid-19 en el Estado, las cuales lo posicionan actualmente en un hipotético semáforo verde, decidieron extender el horario de cierre en los restaurantes para establecerlo a las 2:00 horas.
Asimismo, los salones de fiestas volverán a la ‘normalidad’ gozando de la misma ampliación del horario, así como del aforo permitido en ellos, llegando a la cifra de hasta 200 personas permitidas en tales eventos particulares, cifra que de antemano se antoja bastante riesgosa aún cuando el número de contagios y decesos por Coronavirus en la región han disminuido notablemente.
Sin embargo, no debemos olvidar que el virus para nada ha sido erradicado. Si bien la inmunidad colectiva con la que se teorizó en algún momento de la presente pandemia ha salido a relucir, es imperativo recordar que la vacuna aún no está aplicada a toda la ciudadanía y para eso falta mucho. Es decir, si analizamos la edad de los asistentes a restaurantes y eventos en salones de fiestas, nos daremos cuenta de que, en su mayoría, son personas a las que aún no se les administra ni una sola dosis de la vacuna contra el SARS-CoV-2 (y falta mucho para que suceda). Todo lo anterior sin contar con las vacaciones de semana santa, las cuales sin duda también dejarán ver aglomeramientos en las principales zonas turísticas de la región y el país.
Así pues, el riesgo de contagio se eleva exponencialmente, por lo que lo ya ganado con la baja de casos positivos aún con la reducción de restricciones, podría tener un retroceso considerable que regrese a la entidad a semáforo naranja. El relajamiento ciudadano es evidente y el regreso a las actividades ‘normales’ cada día se extraña más, pero ¿eliminar las restricciones preventivas que sabemos han funcionado, valdrá la pena? ¿Usted qué opina?
Torre Covid-19 sigue existiendo en Monclova
Sin ir tan lejos y hablando precisamente del relajamiento tanto de ciudadanos como de autoridades, hace unos días se decía que la torre Covid-19 de la Clínica 7 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Monclova, dejaría de serlo y pasaría a atender pacientes convencionales. Dicho que salió a negar el director del Hospital Amparo Pape de Benavides, Ángel Cruz García, quien categóricamente rechazó tal información argumentando que no han recibido notificación alguna que ordene dicho cambio en la unidad médica. Entonces ¿Dónde está la congruencia?
No hay duda de que sería un error eliminar por completo los espacios especializados para el tratamiento de pacientes con complicaciones del virus que nos trae vueltos locos desde ya hace un año, cuando estalló el contagio masivo en Monclova. Como bien dicen: “persona prevenida, vale por dos”.
Fuego en AHMSA
Por otro lado, parece que los Altos Hornos de México S.A. (AHMSA) ya no ven lo duro, sino lo tupido; y es que el día de ayer se registró un incendio al interior de la planta uno. Al momento no se sabe si fue provocado, sin embargo, lo cierto es que por unas horas puso en jaque la operatividad de la acerera, ya que por protocolo de seguridad y al suceder peligrosamente cerca del Centro de Control de Energía (CECODE) de toda la planta, no quedó otra opción que apagar dicho centro para evitar daños mayores en los departamentos prioritarios de la empresa, con las pérdidas que de antemano esto supone.
Afortunadamente, después del ‘apagón’ del CECODE y habiendo extinguido el fuego que se hacía ver desde buena distancia, las funciones regresaron a la normalidad y todo quedó en un susto más. No cabe duda de que cuando la traes de malas, la traes de malas...
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