La fatiga fue el síntoma más común entre los pacientes.
El 49 por ciento de los pacientes hospitalizados por el virus SARS-CoV-2 sufren de secuelas hasta por un año entero después de su recuperación, sugiere un estudio.
La gama completa de consecuencias para la salud a largo plazo del COVID-19 en pacientes que son dados de alta del hospital no está clara en gran medida.
Por lo cual, investigadores de Wuhan, China, se dieron a la tarea de comparar de forma exhaustiva las consecuencias entre los seis y 12 meses posteriores al inicio de los síntomas entre los supervivientes hospitalarios con COVID.
Para el estudio, publicado en la revista médica The Lancet, se analizó a sobrevivientes de COVID-19 que habían sido dados de alta del Hospital Jin Yin-tan en Wuhan entre el 7 de enero y el 29 de mayo de 2020.
En visitas de seguimiento a los seis y 12 meses, mil 276 sobrevivientes fueron entrevistados con cuestionarios sobre síntomas y calidad de vida relacionada con la salud, y se les realizó un examen físico, una prueba de marcha de seis minutos y pruebas de laboratorio.
Descubrieron que la fatiga fue el síntoma más común de los pacientes. El sexo femenino y la terapia con corticosteroides en la fase aguda de la enfermedad eran factores de riesgo para esta afección.
También hallaron que la disnea y la ansiedad o la depresión se notificaron con más frecuencia a los 12 meses que a los seis, “aunque la proporción aumentada en nuestra cohorte es relativamente baja”.
A los 12 meses, se registró una alta prevalencia de deterioro de la difusión pulmonar en pacientes con enfermedad de diversa gravedad, la cual podría atribuirse al daño epitelial pulmonar o anomalías vasculares intersticiales o pulmonares.
“Los síntomas de secuelas, el deterioro de la difusión pulmonar y las anomalías radiográficas persistieron hasta los 12 meses en algunos pacientes, especialmente en pacientes que estaban críticamente enfermos durante la estancia hospitalaria”, señalaron.
