Sus víctimas eran mujeres de más de 30 años, las apuñalaba en el corazón y luego las desmembraba.
CIUDAD DE MÉXICO.-México se encuentra conmocionado con uno de los acontecimientos más oscuros y macabros de que se tenga memoria en la historia reciente del país; la captura de un presunto asesino serial, un septuagenario acusado de matar y desmembrar, (hasta ahora) al menos a cinco mujeres, aunque hay indicios de que pidieran sumar hasta 30 el número de sus víctimas.
Los trágicos acontecimientos se desarrollaron en el municipio de Atizapán, en el Estado de México durante años, pero fueron dados a conocer el pasado 18 de mayo en las autoridades judiciales de ese municipio ejecutaron una orden de cateo en el domicilio marcado con el número 22 de la calle Margaritas en la colonia Lomas de San Ángel, sitio donde residía Andrés Filomeno Mendoza.
Andrés “N”, como se le debe señalar de acuerdo al nuevo Código de Justicia Penal Acusatoria, luego de algunas investigaciones de las autoridades judiciales fue señalado como presunto responsable de la desaparición y muerte de Reyna González Amador, de 34 años de edad, quien fue vista con vida por última vez el 14 de mayo del 2021 en la colonia San Juan Ixtacala, en el municipio de Atizapán de Zaragoza y por quien se había emitido la Alerta Odisea.
ES DETENIDO EL 18 DE MAYO
Elementos de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) el 18 de mayo lograron la detención de un hombre identificado como Andrés “N”, de 72 años, quien sería señalado como presunto feminicida serial de Atizapán de Zaragoza.
El presunto, fue señalado luego de que los restos de su última víctima fueron encontrados desmembrados en bolsas de hule durante cateo en el sótano del domicilio de Andrés “N.
Agentes de la FGJEM, peritos y en general, elementos que participaban en las pesquisas no podían dar crédito a lo que encontraban en la medida que avanzaban las investigaciones y durante las cuales fue posible la localización en el domicilio de diversos restos óseos, credenciales de elector y ropa diversa, calzado y múltiples bolsas de mujer, libretas con varios nombres, casetes de video y maquillaje.
Aunque el cateo fue encabezado por personal de la FGJEM, participaron también elementos de la Coordinación General de Servicios Periciales, así como Policía de Investigación y Ministerio Público de la Fiscalía de Feminicidios, personal de Bomberos y binomios caninos de la Policía Municipal.
Los restos de Reyna González y los restos óseos encontrados enterrados en una de las habitaciones de ese domicilio, fueron trasladados a las instalaciones de la fiscalía, para ser sometidos a diversas pruebas periciales y ser identificados.
FGJEM SOLICITÓ ORDEN DE APREHENSIÓN
Por estos hechos la FGJEM solicitó a un Juez una orden de aprehensión en contra del probable partícipe, misma que fue cumplimentada, por lo que este individuo fue ingresado al Centro Penitenciario y de Reinserción Social de Tlalnepantla, donde se definirá su situación jurídica.
La Fiscalía mexiquense indicó que, dadas las características de los indicios y hallazgos en este lugar, no se descarta que puedan encontrarse los restos de varias víctimas y señaló que las diligencias continuarán para la búsqueda de otros indicios y faltan por ser analizados diversos espacios de la vivienda.
De acuerdo con los primeros reportes de la policía, fue el viernes 14 de mayo, aproximadamente a las 12 horas que Reyna, ingresó a la casa de Andrés.
Después de haber permanecido un rato en el inmueble junto a Andrés, la mujer le dijo que no quería tener nada que ver con él por lo que comenzó a atacarla con un cuchillo ocasionándole varias heridas en el pecho.
Tras quitarle la vida, el sujeto comenzó a destazar el cuerpo de su víctima con un machete y un cuchillo, para posteriormente meterla en bolsas de plástico y tirar los restos en el sótano de la casa.
ENCUENTRAN 4 CUERPOS MÁS
Luego de la detención de Andrés “N” fueron encontrados al menos cuatro cuerpos de mujeres en su casa de la colonia Lomas de San Miguel en Atizapán de Zaragoza, pero de acuerdo con algunos reportes podrían ser alrededor de 30 asesinatos los que habría cometido.
Durante el cateo en el inmueble, las autoridades hallaron documentos de identidad de Flor Nínive Vizcaíno, desaparecida en 2016 a los 38 años de edad, y de Rubicela Gallegos de 32 años, quien no era localizada desde 2019, quienes podrían ser algunas de sus posibles víctimas.
Entre las pertenencias encontradas estaba la Credencial de Elector de Rubicela Gallegos Castillo; reportada como desaparecida desde julio del 2019.
Originaria de Monterrey, Nuevo León y con 31 años de edad, Rubicela se mudó a la Ciudad de México con el objetivo de mejorar su calidad de vida, al igual que la de su hijo de cinco años.
De acuerdo con Info 7, a su llegada a la capital Rubicela quería estudiar petroquímica, además consiguió trabajo en un banco, y trabajaba repartiendo comida por aplicación.
Su nombre y las características coincidieron inmediatamente con la ficha de búsqueda AF/1093/2019 que la Fiscalía capitalina activó desde el 27 de julio de 2019.
El 20 de julio de 2019 desapareció; Rubicela había quedado de pasar por su hermana al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, pues estaría de visita unos días en la capital, sin embargo, nunca llegó por ella. Al llegar al departamento en donde vivía su hermana, solo se encontró con su sobrino abandonado, luego de cinco días.
El padre Rubicela, Armando Gallegos Vázquez, avisó a las autoridades de su desaparición, sin embargo, al no ver avances en las investigaciones, él y la ex pareja de su hija comenzaron a buscar su paradero sin éxito.
La búsqueda de Rubicela podría tener un final triste, ya que en la casa de Andrés “N” se halló su identificación.
Otra de las posibles víctimas de Andrés “N” es Flor Nínive Vizcaíno quien desapareció en octubre de 2016 en la colonia Tejabanes, en Tlanepantla.
Ella vivía con sus dos hijas adolescentes, el fin de semana de su desaparición, ellas se habían ido con su papá, ya que estaban divorciados; a su regreso ya no se encontraba en casa.
DESTELLOS DE UN ASESINO SERIAL
Sereno, al parecer sin remordimientos y con la mirada perdida, Andrés Filomeno “N”, apodado “Chino”, narra pausadamente su vida criminal; no la recuerda toda, sin embargo, lanza destellos de lo que él considera más importante, o lo que más le impactó.
No atiende las preguntas de los agentes que llevan la investigación, contesta con datos relacionados y menciona que es nativo del estado de Oaxaca, pero llegó al Estado de México hace más de 40 años.
Ha sobrevivido de diferentes oficios, pero el más prolongado y significativo para él es el de carnicero, de ahí su habilidad para desmembrar cuerpos sin romper huesos, comenta a los investigadores.
No dice cómo ni porqué, pero asegura que empezó a matar mujeres desde 1991 y que algunas de sus víctimas las conoció en bares de Tlalnepantla.
La forma tradicional en que mataba a sus víctimas era apuñalándolas en el corazón, para luego desmembrarlas.
En las libretas encontradas en su casa, como parte de la evidencia de los crímenes cometidos, hay consignados 29 nombres, según se ha dado a conocer en diferentes medios de información, algunos con apellidos y otros sólo el nombre de pila; esa es otra línea de investigación para identificar a potenciales víctimas.
También se consigna que fueron encontrados 20 casettes en donde se muestra cómo desmembraba a sus víctimas.
Le preguntan sobre su última víctima, Reyna González Amador; se queda pensando y acaba por confesar: “le quité la piel del rostro porque era muy bella”. Ya no dice más
Por su parte las autoridades dieron a conocer que cuadricularon la casa del presunto homicida serial para llevar a cabo perforaciones en diferentes áreas y niveles y que los resultados se podrían tardar varios días para sacar las últimas conclusiones.
OTRA POSIBLE VÍCTIMA
Matilde llegó al domicilio del feminicida serial de la colonia Lomas de San Ángel para denunciar que desde hace más de 6 años su hermana María Noé y el hijo de ella de 7 años desaparecieron y el último contacto lo tuvieron con el entonces presidente del Consejo de Participación Ciudadana (Copaci), Andrés “N”
Con las copias de la denuncia de desaparición y de una fotografía de María Noé y el pequeño Edgar Neri, Matilde acudió tras enterarse de los hallazgos en el 22 de la calle Margaritas en la colonia Lomas de San Miguel del municipio de Atizapán.
“Tengo desaparecida a mi hermana María Noé Mares Robledo, ya van para 5 años y el señor (Andrés Filomeno) fue el último que la vio, (incluso) lo llevé al Ministerio Público y él declaró que sí la había visto”.
Matilde narró que durante la desaparición, le preguntó a los vecinos y solamente Andrés, quien dejaba a Margarita guardar sus dulces y el puesto semifijo en su vivienda, le dio razón.
Ya pasaron 5 años y de María Noé nada se sabe, el único que pudiera saber es Andrés Filomeno.
QUÉ ES UN ASESINO SERIAL
Un asesino en serie suele ser una persona que mata a tres o más personas, generalmente en servicio de gratificación psicológica anormal, con los asesinatos que tienen lugar durante más de un mes e incluyendo una ruptura significativa (un «período de reflexión») entre ellos. Las diferentes autoridades aplican criterios diferentes al designar asesinos en serie. Mientras que la mayoría establece un umbral de tres asesinatos, otros lo extienden a cuatro o lo reducen a dos. La Oficina Federal de Investigaciones (FBI), por ejemplo, define el asesinato en serie como «una serie de dos o más asesinatos, cometidos como eventos separados, por lo general, pero no siempre, por un agresor actuando solo».
Aunque la gratificación psicológica es el motivo habitual de asesinatos en serie, y la mayoría de los asesinatos en serie implican contacto sexual con la víctima, el FBI afirma que los motivos de los asesinos en serie pueden incluir ira, búsqueda de emociones, ganancias financieras y búsqueda de atención. Los asesinatos pueden ser intentados o completados de manera similar, y las víctimas pueden tener algo en común: grupo de edad, apariencia, sexo o raza, por ejemplo.
