Armenia y Azerbaiyán canjearon hoy con mediación rusa 70 prisioneros de la guerra que libraron ambos países entre septiembre y noviembre pasado por el control del territorio separatista de Nagorno Karabaj.
Según informó el portavoz del contingente ruso de pacificación, en el intercambio participaron 55 armenios y 15 azerbaiyanos.
Pese a que la guerra terminó ya el 10 de noviembre, ambos bandos nunca han informado con exactitud sobre cuántos son los prisioneros de guerra.
La prensa armenia estimaba ayer en 59 los armenios y civiles liberados hasta la fecha por Bakú, a lo que hay que sumar los 55 combatientes de hoy.
Además, estimaba en más de un centenar los armenios aún en poder del enemigo, a lo que hay que sumar los 62 soldados apresados en diciembre pasado, ya después del fin de las hostilidades.
Azerbaiyán considera que esos soldados son saboteadores que se negaron a abandonar territorio recuperado durante el conflicto y tiene intención de llevarlos a juicio, aunque Ereván demanda su inmediata entrega por motivos humanitarios.
El primer ministro armenio, Nikol Pashinián, se ha dirigido al presidente ruso, Vladímir Putin, para que interceda, aduciendo que "este es el asunto más sensible" para su país.
Rusia y Turquía informaron hoy de que mañana comenzará a funcionar el centro de control del alto el fuego en vigor en el Karabaj desde el pasado 10 de noviembre.
El centro, que supervisará el fin de las hostilidades con drones, estará situado en territorio azerbaiyano.
Los combates en el Karabaj, territorio montañoso en disputa desde 1988, estallaron el 27 de septiembre de 2020 y concluyeron 44 días después con miles de muertos y con Azerbaiyán como claro vencedor, ya que recuperó gran parte de los territorios que había perdido en la guerra de 1992-1994.
