La Unión Europea está profundamente preocupada por cualquier violación flagrante del derecho internacional
Bruselas,- El alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, condenó este miércoles el ataque perpetrado por los servicios de inteligencia rusos GRU en República Checa en 2014 que provocó una explosión en un depósito de armas y se cobró la vida de dos ciudadanos checos.
La explosión se saldó "con la muerte de dos ciudadanos checos, una grave amenaza para la población civil e inmensos daños materiales. La UE se toma muy en serio las conclusiones de las autoridades checas, basadas en extensas investigaciones, de que oficiales de la inteligencia militar rusa GRU perpetraron estas acciones", dijo Borrell en un comunicado.
La Unión Europea "está profundamente preocupada por cualquier violación flagrante del derecho internacional y la soberanía de la República Checa, así como por cualquier acción de este tipo dirigida contra cualquier otro país de la UE", añadió.
El jefe de la diplomacia europea advirtió a Rusia de que "debe desistir de las actividades que amenazan la seguridad y la estabilidad en Europa y van en contra de las obligaciones internacionales".
Añadió que la Unión Europea "expresa su total solidaridad con la República Checa, apoya las medidas adoptadas por sus autoridades hasta la fecha y está dispuesta a apoyar sus nuevos esfuerzos para llevar a los responsables ante la justicia".
Asimismo, dijo que la UE "condena la reacción desproporcionada y las amenazas posteriores" de Rusia hacia la República Checa e indicó que "las acciones disruptivas de los servicios de inteligencia rusos contra los intereses y la seguridad de la UE y sus estados miembros seguirán siendo respondidas con la más firme determinación, incluso a nivel de la Unión Europea".
El Gobierno checo ha relacionado a dos espías de los servicios de inteligencia rusos como responsables de dos explosiones en un depósito de armas de Vrbetice, al este de la República Checa, en 2014.
El primer ministro de República Checa, Andrej Babis, señaló que "hay pruebas irrefutables" que prueban como los agentes se sirvieron de documentación falsa emitida por el servicio de espionaje militar ruso (GRU) para poder perpetrar el ataque.
