El Gobierno suazi se ha opuesto rotundamente a todas esas peticiones, dejando en jaque la posibilidad de avances reales.
Johannesburgo,- La Comunidad para el Desarrollo de África Meridional (SADC, por sus siglas en inglés) anunció hoy que trabajará "de cerca" con Esuatini (antigua Suazilandia) para crear el marco de un diálogo nacional tras las graves protestas prodemocracia que viene sufriendo la última monarquía absoluta de África.
La medida fue comunicada tras una breve visita al rey Mswati III del presidente de la vecina Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, quien viajó en calidad de presidente de la denominada Troika de SADC para Política, Defensa y Seguridad (uno de los dos órganos de membresía rotativa que definen las decisiones de esta alianza de 16 países africanos).
"Las deliberaciones establecieron que el reino de Esuatini se embarcará en un proceso que trabajará hacia el establecimiento de un foro de diálogo nacional", indicó hoy la Presidencia sudafricana en un comunicado sobre la visita.
"El presidente Ramaphosa y el rey Mswati III acordaron que la Secretaría de SADC trabajaría de cerca con el Gobierno de Esuatini para esbozar los términos de referencia del foro de diálogo", añade.
La visita del presidente sudafricano da continuidad a otra que SADC organizó el 21 y 22 de octubre, en coincidencia con el recrudecimiento de las protestas prodemocracia suazis y con una lluvia de críticas contra el régimen de Mswati III por el uso excesivo de la fuerza.
Posteriormente, el monarca anunció la aceptación de un proceso de diálogo nacional, pero indicó que las conversaciones se realizarían en forma de consejo nacional tradicional -denominado Sibaya y liderado por el propio Mswati III- y dentro de los límites de la actual Constitución.
Esas condiciones las rechazan de plano los grupos críticos, que exigen una mediación internacional imparcial, la inclusión de todos los sectores (también de los opositores), la legalización de los partidos y la liberación de los presos políticos, entre otras medidas.
El Gobierno suazi se ha opuesto rotundamente a todas esas peticiones, dejando en jaque la posibilidad de avances reales.
El comunicado de hoy de SADC -organización habitualmente criticada por su inacción y ausencia de resultados- señala tan solo que "se tendrán en cuenta" las estructuras tradicionales suazis y la Constitución en la preparación de un marco para el diálogo.
Esuatini está viviendo en las últimas semanas una nueva oleada de protestas populares -inicialmente impulsadas sobre todo por estudiantes- que exigen reformas en la última monarquía absoluta de África.
Recogen el testigo del estallido social que el país vivió a finales de junio pasado y que, con al menos 46 muertos oficialmente confirmados, se consideró el movimiento de oposición más grave de la historia reciente del país.
Esuatini, que se encuentra bajo el mando de Mswati III desde 1986, tiene una población de unos 1.2 millones de personas que es eminentemente rural y que en un 60 % vive con recursos por debajo de la línea de la pobreza, según datos del Banco Mundial.
La situación social contrasta con la lujosa vida de la que gozan Mswati III y su extensa familia.
