RECTA FINAL…
Se terminó junio y con ello inició el último semestre de trabajo para los alcaldes de Coahuila quienes concluirán su administración municipal en este año, de los cuales muchos presentan un pobre desempeño al ser nulo el desarrollo en sus localidades.
Pero enfoquémonos en la Región Centro, donde el único que aprobaría pudiera ser Monclova con las obras de infraestructura que se han ejecutado en los últimos cuatro años de administración y que son notables los cambios de imagen por ejemplo con un río al que nadie le apostó jamás, un Ecoparque que llegó casi al mismo tiempo y demás obras que ya se conocen, sin embargo no queremos decir que se ha hecho lo suficiente considerando que le falta mucha mano a la ciudad, pero lo que se ha logrado hacer se ha presumido con bombo y platillo sin restándole importancia a todo lo que hace falta.
Si la calificación aprobatoria para Monclova pudiera ser de un 8 de panzazo, el resto de los municipios quedarían reprobados luego de que pasan administraciones y siguen siendo el mismo pueblo que no avanza convirtiéndose en reparadores de luminarias, “tapabaches” y si acaso una que otra recarpeteada en calles que presentan casi “cráteres” como daño a ese pavimentación de quinta calidad y que están acostumbrados a adquirir o aceptar de aquellos contratistas que en su momento “ganaron” la licitación.
Podemos comenzar con Castaños dirigido por Enrique Soto, un municipio en el que han pasado años y años sin que pueda apreciarse un verdadero cambio y lo único que le dio cierta imagen fue un puente elevado que el estado colocó hace algunas administraciones atrás en la entrada de esta localidad, sin embargo, de ahí a la fecha nada ha representado un verdadero cambio y difícilmente lo van a lograr en seis meses.
No existe desarrollo y luce exactamente igual desde hace mucho tiempo y es cuando muchos se preguntan, ¿Qué han hecho tantas administraciones que han desfilado por el palacio municipal?
A estas alturas el cambio debería ser notorio y nadie entiende porque siguen en las mismas condiciones.
Otro de los que también podría terminar reprobado es el de Frontera Florencio Siller, que si bien es cierto después de varias administraciones se ve un poco de obra entre alumbrado, pavimentación y remodelaciones en la zona centro y colonias aledañas no es suficiente para salir del concepto pueblerino en el que ha estado siempre.
Con esto es imposible quitarle el estigma y frase coloquial de que Frontera es el pueblo de las dos mentiras, por aquello de que ni es ciudad y mucho menos es frontera, y desgraciadamente no ha existido ninguna administración que pueda meter a este municipio en un nuevo mundo de desarrollo y tristemente en seis meses no se puede hacer absolutamente nada.
Y si a eso le sumamos las reprobables actuaciones de los policías en ambos municipios, no cabe duda que la calificación aprobatoria les quedaría totalmente inalcanzable.
El resto de los municipios que conforman esta región usted los conoce y me refiero de San Buenaventura hasta Cuatro Ciénegas, donde no puede existir defensa alguna para los que están al frente de cada pueblo considerando que siguen en las mismas y el panorama tampoco es alentador ni de cambio a corto plazo.
