EL MISMO ESCENARIO…
Los fraudes cometidos en los organismos sindicales no es un cuento nuevo y hoy en día no asusta ni asombra a nadie, de ante mano se sabe que los privilegiados que dejan las carteras principales de cualquier sindicato, les cambia un poco la vida mejorando completamente sus condiciones.
Peor aún, en aquellos sindicatos donde sus líderes son vitalicios y que viven llenos de lujo gracias a las cuotas sindicales que les otorgan las empresas con las que tienen ligado los contratos colectivos de trabajo, con los cuales tienen resuelta la vida a costillas de los propios trabajadores.
Pero en los sindicatos donde quizá no exista tanto la democracia, pero si el compromiso y respeto al estatuto de renovar las carteras sindicales y si el grosor de los agremiados es considerable, regularmente se presentan algunos faltantes en las arcas de las tesorerías.
Eso me recuerda al presunto caso de fraude cometido en la Sección 288 del famoso sindicato democrático donde se reclama un faltante de 7.4 millones de pesos y que a diferencia de otras administraciones sindicales hoy se actuó por la vía legal denunciando a tres presuntos responsables que en su momento fueron vinculados a proceso y que ayer continúo la audiencia en la que siguen el proceso en completa liberad, algo que les molesta a los agremiados y que amenazan con seguir realizando manifestaciones.
Muchos han desfilado por los diferentes cargos sindicales que ofrecen las Secciones 147 y 288 y definitivamente pueden comenzar a lanzar las piedras quienes estén libres de pecado.
La puesta en escena continuará con el proceso legal y quizá se pierda y se les olvide como se les ha olvidado muchas cosas que sólo quedan para el recuerdo y como parte de la historia sindical.
NI CON MÁRTIRES…
No cabe duda que la policía de Ciudad Frontera ya se pasó de la raya al resultar un individuo muerto presuntamente por los golpes propinados por los elementos que gozan de la mayor impunidad antes vista.
Son innumerables los abusos policiacos que se han cometido y en los que nadie decía nada y ninguna autoridad actuaba, pero al tratarse de una muerte en las que se les pasó la mano a estos “preventivos”, la
propia Fiscalía General de Justicia en el Estado declaró que el caso ya se estaba investigando.
Del dicho al hecho, hay mucho trecho y seguramente nada va a pasar y las cosas van a seguir como han estado siempre, con una policía que es más temida que a la propia delincuencia.
Una policía que no tiene rienda y mucho menos alguna autoridad que la pueda controlar y si a eso le sumamos la protección de quien dirige la corporación policiaca entonces todo está mal.
Lo peor es que se podrían sumar más víctimas si se le da carpetazo al asunto y entonces los ciudadanos seguirán temiendo a quien se supone está para proteger y servir, mismos que se han convertido en el ogro que cada vez genera una mayor desconfianza no sólo en los fronterenses, sino también en aquellos que desgraciadamente tienen que cruzar de paso por esta ciudad.
