BALAS DE SALVA…
El sábado se llevaron a cabo los registros internos de los candidatos de PRI que buscan las alcaldías en el estado de Coahuila y al menos en la Región Centro se dieron muchas caras largas con las designaciones de quienes contenderán en el próximo ejercicio electoral del 6 de junio.
Claro está que en el Revolucionario Institucional no han aprendido la lección y mucho menos han descifrado el contundente mensaje de su militancia que les deja claro con voto de castigo cuando no quieren a un candidato que les imponen sin importar lo que los militantes digan, opinen, o estén de acuerdo.
En Monclova se registró Guadalupe Murguía, que si bien es cierto es una excelente doctora, pero en su última candidatura en busca de la diputación federal la perdió y hoy le apuestan nuevamente a su figura a pesar de que le ponen en charola de plata la alcaldía a un PAN con un candidato como Mario Dávila, que si bien es cierto pudiera ser favorecido con el descontento de los priistas.
En Frontera la situación es mucho más complicada dentro de un PRI por demás desquebrajado que les vuelven a poner como candidata a la alcaldía a Bella Alemán que ya perdió esta candidatura y que esta vez puso como color de hormiga a la mayoría de la militancia que de entrada no la aceptaban, pero siempre puede más la imposición del partido que la opinión de los militantes.
Esta candidata compitió contra el panista Amador Moreno, a quien no se le adjudicó la victoria, señalando que Amador no había ganado la elección, sino más bien Bella era quien la había perdido ante unos enardecidos priistas fronterenses que prefirieron regalar su voto castigando las acostumbradas imposiciones del partido tricolor.
Hay quienes dicen que se repetirá la historia y el voto de castigo para Bella beneficiará al candidato panista Javier Liñán, que también tiene una desventaja como candidato y es que lo relacionan con la administración negra de Amador Moreno, por ser pariente de la entonces primera dama María Elena Liñán, una administración municipal que pasó de noche y que nadie recuerda alguna obra importante que haya marcado su administración.
Son los fantasmas que persiguen políticamente a estas dos candidatas, pasados negativos que serán la pesadilla que las acose de aquí hasta el próximo 6 de junio que reflejará resultados esperados a sorpresivos.
Desgraciadamente los priistas han construido castillos en el aire ateniéndose a su famoso “carro completo” que obtuvieron en las pasadas elecciones del 18 de octubre, donde se eligieron a los diputados locales, resultado que se esperaba tras la diminuta participación electoral y el pequeño porcentaje que salió a votar en medio de una pandemia, fueron justamente los priistas obligados y acarreados que emitieron su voto.
La enorme diferencia que existe entre esas elecciones y las que se tendrán el 6 de junio, es precisamente la participación del electorado, que cada vez que se juegan las alcaldías, la mayoría sale a las urnas para efectuar su derecho al voto y elegir a quien quiere que los represente como autoridad municipal.
Pero lo que sí deben entender, es que cuando la gente no te quiere, no obtendrán el voto y si lo demostraron una vez, lo volverán a hacer independientemente de que un partido se aferre a la misma imposición.
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