Se acabó la euforia y el proselitismo electoral, concluyeron las campañas políticas y cada candidato tuvo la oportunidad de llegarle al pueblo de acuerdo a las diferentes estrategias trazadas durante 60 días de campaña, tiempo suficiente en el que también se dieron con todo en las redes sociales sacándose trapitos al sol de manera mutua.
La mayoría tiene sus pronósticos, pero el que decidirá será el electorado y aunque se ha perdido la fe en las autoridades electorales, el mismo INE declaró al menos en Monclova que todo votante se puede llevar su plumón personal para que no haya dudas de presuntos fraudes electorales o manipulaciones en las boletas que el mismo ciudadano tacha al elegir a su candidato.
El enemigo a vencer en esta jornada electoral, es el mismo de siempre, un monstruo que ha permanecido por muchos años llamado abstencionismo y que no ha permitido que la participación electoral suba del 40 por ciento de acurdo al padrón electoral el menos de esta Región Centro de Coahuila.
Muchos se quejan precisamente del abstencionismo y por más que se exhorta a salir a las urnas no se logra convencer al cien por ciento, se crítica mucho a quien no ejercer su derecho, incluso se sataniza al decirles que no tienen derecho de quejarse de sus gobernantes, pero lo que nadie dice, es porque no se logra disminuir ese abstencionismo y es justamente porque nadie se ha puedo a pensar que les decepciona las imposiciones de candidatos a través de los diferentes partidos que existen, o quizá de los muchos ya se tienen y que posiblemente siga creciendo la lista.
En su mayoría, la gente que no sale a votar es precisamente porque no le ha convencido ninguno de los candidatos que ofrecen los partidos, las razones pueden ser diferentes, pero sin duda, destacan por mucho las imposiciones, que sean los mismos candidatos de siempre, que no terminan una gestión para buscar otra, entre otros más.
Es la misma historia de siempre, donde termina cansando y decepcionando al electorado y así es imposible pedirles a los votantes que reflexionen el voto y se convierte en algo casi imposible decirles que salgan a votar.
Si en verdad quieren romper el abstencionismo quizá deberían incluir en las boletas electorales, la opción de “ninguno” a la hora de pedirles por quien votar y quizá, muy quizá, por fin le estén dando la mejor opción al electorado.
DE MAL EN PEOR…
El tema del declive económico no es algo nuevo para esta Región y la Centro, es una de las que más ha sufrido este embate junto con la Carbonífera al menos en el estado de Coahuila y los efectos colaterales los sufre el resto de los sectores como lo es el comercial.
Pero mientras el desempleo es inevitable e imposible de esconder, autoridades estatales como la Secretaría de Economía aseguran que esta región va recuperando el empleo y que en poco tiempo todo lo que se perdió durante la pandemia quedará sanado, sin embargo, los números del IMSS son irrefutables y actualmente nos dice que, en lugar de ir recuperando empleos en la región, los seguimos perdiendo.
No se puede tener un panorama más desalentador a mitad de año, cuando todos comenzaban a creer que se veía la luz al final del túnel, los números reales y cifras de desempleo nos bajan de la nube para ponernos los pies en la tierra y mostrarnos la realidad en la que vivimos.
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