Acusó que grupos conservadores echaron a andar una contracampaña a su llamado de ahorrar luz.
El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que, a diferencia de Texas, a México sólo le tomó cinco días resolver el problema de abasto de energía, mientras que ese estado de la Unión Americana sigue igual. Manifestó que una de las lecciones de la crisis es no confiarse en utilizar una sola fuente de energía, sino tener un abanico de posibilidades.
Este domingo, de gira por esta entidad, el mandatario federal llamó a los legisladores a que "actúen pensando en el pueblo y no en las empresas" y a que aprueben en los próximos días su iniciativa en materia energética, pues afirmó que garantizará que no haya apagones ni alzas en la luz.
Acusó que grupos conservadores echaron a andar una contracampaña a su llamado de ahorrar luz ante la crisis energética por la escasez del gas proveniente de Texas, y que una de las reglas de la protesta civil es "no hacer el ridículo".
"¿Cuánto tiempo nos llevó resolver el problema? Cinco días, por el trabajo de obreros, de los técnicos de la CFE. Lamento mucho lo que está pasando en Texas, pero todavía ellos no lo resuelven, nosotros lo enfrentamos bien.
"Estuvimos pendientes, tomamos decisiones anticipadas. Antes de que estallara la crisis había una reunión de emergencia entre la CFE y la Secretaría de Energía [Sener].
"Ya me estaban consultando que si podían utilizar más combustóleo de Pemex a precio bajo, para echar a andar todas las plantas del país y subir energía suficiente a la red", explicó.
Apuntó que esta crisis demuestra que es indispensable la rectoría del Estado en el tema energético, puesto que "está muy pulverizado el mando, no hay control, porque tienen mucho más fuerza las empresas particulares que el Estado".
"¿Dónde está el Estado?, ¿dónde está la ética, la moral de las empresas?, ¿dónde está el atender a la gente? ¡Cómo dejar, en el caso de Texas, a millones sin luz, encerrados, pasando, padeciendo frío y sin atender a la población!", dijo.
Reiteró que esta situación no sucede ni pasará en México, pues, indicó, ya no van a regresar los "tecnócratas neoliberales", que sólo pensaban, acusó, en los negocios particulares.
"A los nuevos servidores públicos sólo nos importa el negocio público, sólo nos interesa atender al pueblo. A mí no me paga Iberdrola, no me pagan las empresas extranjeras, me paga el pueblo. Ese es mi amo, mi único amo", aseveró.
Pide avalar su reforma. Al encabezar la inauguración de unidades de turbogas aeroderivadas de la CFE y acompañado por Manuel Bartlett, titular de la Comisión Federal de Electricidad, el presidente Andrés Manuel López Obrador exhortó a todos los legisladores a que esta semana aprueben su iniciativa de reforma a la Ley de la Industria Eléctrica, pues subrayó que también se garantizarán precios justos a las empresas particulares.
"Espero que la semana próxima se apruebe la reforma que presentamos al Congreso para fortalecer a la CFE, porque significa seguridad para todos, significa que no se va a padecer de crisis de energía eléctrica, que no van a haber apagones", dijo.
"Enciende la luz". López Obrador agradeció a la gente "porque muchos nos hicieron caso y, en los momentos difíciles, en las horas pico de más demanda de energía, apagaron los focos; otros, que están obnubilados, echaron a andar una contracampaña.
"Fíjense lo que produce el coraje, el enfado. Cuando nosotros estamos demandando, pidiendo, exhortando, convocando a que se apague un foco (...) los opositores lanzan la campaña "Enciende la luz".
"Esos mismos que, cuando conviene a sus intereses, se vuelven ambientalistas.
"Vamos, lo digo en buen plan, a tener que dar algunas recomendaciones, enseñar, porque tenemos experiencia, cómo debe de protestarse con la no violencia, cuáles son las reglas de la resistencia civil pacífica.
"Esto ayudaría bastante. A lo mejor lo voy a hacer. Una de las reglas de la resistencia civil, de la desobediencia civil pacífica, de la no violencia, es no hacer el ridículo", insistió.
