El incendio que afecta desde este lunes al Algarve portugués, aún sin control, ha afectado hasta ahora al menos 9.000 hectáreas.
Según los últimos datos ofrecidos por las autoridades, que han desalojado de forma preventiva a 81 personas desde que se desataron las llamas.
La situación sigue complicada en el municipio de Castro Marim, próximo a la frontera con la española provincia de Huelva, donde más de 630 bomberos, apoyados por 208 vehículos terrestres de extinción y ocho medios aéreos, tratan de evitar que las llamas avancen. Una misión dificultada por las altas temperaturas y el viento, dos elementos que seguirán presentes en las próximas horas, ha advertido en rueda de prensa Richard Marques, comandante de las operaciones de socorro.
Marques ha explicado que el incendio, que en las últimas horas llegó a extenderse a las vecinas localidades de Vila Real de Santo António y Tavira, ha avanzado "con mucha intensidad, alcanzando un perímetro de 43 kilómetros, con un área afectada de cerca de 9.000 hectáreas". En total, 81 personas tuvieron que ser retiradas de sus casas en hasta 12 aldeas de forma "preventiva", la gran mayoría de ellas con permiso para regresar ya y poder así hacer una primera evaluación para ver si hay daños en inmuebles.
Además, resultó herido leve un bombero. El incendio de Castro Marim se originó en una zona de matorral la noche del domingo y llegó a ser controlado durante la mañana del lunes, para reactivarse pocas horas después como consecuencia de las altas temperaturas y el fuerte viento.
El fuego también provocó cortes en la autopista A22 -que conecta el Algarve con la provincia española de Huelva- y en la nacional N-125, ambas ya reabiertas. Portugal mantiene en situación de alerta por elevado riesgo de incendio forestal hasta el final del miércoles a 14 de los 18 distritos del territorio continental, entre ellos Faro, al que pertenece Castro Marim.
