ERIKA GONZÁLEZ/ EDITORALa ira de Ramón se desató por un programa de Televisión llamado Exatlón ya que ella le iba al equipo rojo y él a los azules
Sin remordimiento alguno, Ramón Flores Garza, confesó haber matado a su pareja la última semana de enero, pero jamás pensó que los fétidos olores los iban a delatar.
En su confesión el inculpado por Feminicidio relató que ese día él se molestó bastante porque estaban viendo un programa de Televisión por TV Azteca, llamado Exatlón y que de repente su pareja le dijo que ella le iba al equipo de los rojos.
Y esa fue la molestia de Ramón que tanto enardeció su ira, que agarró un bat y le dio de batazos a su pareja, hasta que la dejó sin vida, y al ver lo que había hecho, solo la envolvió en unas sábanas y la dejó en su recámara.
Indicó que todos los días, rociaba el cuerpo putrefacto de su pareja con productos químicos, porque ni él soportaba los fétidos olores, y que a los vecinos que le llegaban a preguntar por doña María del Rosario, les decía que ya se había regresado a su tierra ya que era originaria de Acapulco, Guerrero.
Mientras el presunto homicida, declaraba según testigos, en ningún momento, mostró arrepentimiento por lo que hizo, tanto que hasta afirmó que así muerta, él convivía con ella, como si estuviera viva.
El personal de Servicios Periciales, continúa haciendo las investigaciones, y esperan los resultados de la necropsia para ver las causas de muerte de María del Rosario.
VIVIÓ ENTRE LA VIOLENCIA
María del Rosario se convirtió en un número más de las mujeres que viven en medio de la violencia doméstica, pues ya había denunciado a su marido ante el Centro de Justicia y Empoderamiento de la Mujer, donde se asegura, ya había sido víctima de maltratos al haber sido apuñalada por este individuo.
Lo que muchas de las personas que los llegaron a conocer, dijeron al saber de los hechos que no sabían cómo seguía viviendo con él, si ella tenía su trabajo y a su familia en Estados Unidos, pues ella podía vivir sola.
Los vecinos, dijeron estar dispuestos a cooperar con las investigaciones que se sigan realizando en cuanto a este crimen, pues ellos nunca llegaron a imaginar que Don Ramón fuera capaz de matarla y mucho menos de estar viviendo con ella, aún después de muerta.
Solo dijeron que esperaban que no lo declararan con alguna enfermedad mental, pues espera que le caiga todo el peso de la Ley.
