Adaptan lugar como refugio; temen que las lluvias regresen y la comida se acabe.
El Salón Chelerías, un establecimiento de la vida nocturna, ahora es el hogar temporal de seis niños, varios adultos y un perro. El lugar se convirtió en un albergue donde varias familias viven desde hace más de 10 días y esperan permanecer, al menos, otra semana.
Entre los damnificados se dice que las lluvias regresarán y eso complica su situación. Temen que la comida que tienen se les acabe pronto.
