Termina covid con  empleo y comercio

Se quejan comerciantes con más de 28 años en este oficio en Zona Centro

FRONTERA, COAH.- “La situación económica esta de la fregada, no hay empleo, la gente no viene a comprar, hay mucho coronavirus, y todo está bien caro”, son las quejas  del comercio formal e informal en un sector de la Zona Centro de Frontera.

En un recorrido por calle Madero, EL TIEMPO recogió el sentir de tres comerciantes con más de 28 años atendiendo en las buenas y en las malas a sus clientes, sin embargo, desde la pandemia que inició infectando a ciudadanos en el mes de marzo de 2020, ocasionando miedo e incertidumbre, la rutina de trabajo y en su vida personal  les cambió la vida.

Tengo dos semanas que regresé a este lugar que conservo desde 1992, porque  me dio hambre, me quitaron de aquí autoridades  por la pandemia, antes aquí estaba mi esposa pero esta resguardada en mi casa. No sale, nos cuenta Leonardo González Mendoza, habitante del Ejido 8 de Enero quien a diario hace el recorrido.

“Pásele, pásele, tenemos la verdura para el caldito, barata”, grita mientras responde al cuestionamiento de EL TIEMPO.

“Esta carbón oiga, no hay empleo y todo está bien caro ya, el repollo antes lo compraba en 3.90 el kilo, ahora está a 12.90, la zanahoria está a 15.50 y antes de la pandemia la compraba entre 8 y 10 pesos, el huevo, lo compro en el 8 de Enero a 50 pesos la tapa y la vendo entre 100 y 120 pesos, dependiendo del cliente”, nos cuenta.

Y agrega: “El chile piquín compro el  kilo en 500 pesos y antes estaba entre 250 y 300 pesos, los productos de la canasta básica ya subieron y está de la chingada, y ahora sin sombra”, se quejó don Leonardo González Mendoza, un ex trabajador de AHMSA y con una pensión de 4 mil pesos mensuales.

“Aquí ya pusieron banquetas nuevas, ahora dicen que sigue el techo para proteger a la clientela del sol o la lluvia. Yo empiezo a vender desde las 8:00 de la mañana pero tengo que recoger mis verduras y frutas a las 2:00 de la tarde porque pega muy fuerte el sol aquí de frente y se me echa a perder todo,  no hay techo, pero vamos a esperar, no hay de otra”, indicó.
  
BAJAN VENTAS DE ROPA HASTA UN 50%

Isabel Estrada Torres, una vendedora de ropa por 29 años en Zona Centro, dijo de buen humor, “ya nos llevó la chiflada, aquí por la falta de sombra para las 3:00 o 4:00 de la tarde ya no hay nadie por las banquetas, antes, la gente esperaba el taxi abajo del techito, pero como tampoco  hay escuela, las amas de casa ya no viene a comprar, ni calzones, ni comida”, comentó de buen humor.

Dijo que las ventas de ropa han bajado más del 50 %, “y más sin techo, no tenemos donde apoyarnos, donde colgar la ropa, ya colgamos hasta en los postes”. Y ríe. 

“Mi techo abarcaba de allá hasta acá, y no permití que me lo quitaran todo, después iba a llover y con el fuerte sol nadie me iba a comprar, según que el techo ya estaba pero no es cierto, se van a tardar mucho en ponerlo”.

Isabel Estrada Torres, comentó que la venta de ropa va lenta desde que inició la pandemia, dijo que ahora es más cara y los viajes a Monterrey y a México para ir a surtir, también, “aunque yo le subí a los precios cualquier cosa”.

Con más de 29 años vendiendo en un tramo de la calle Madero donde autoridades municipales rehabilitan la banqueta y los techumbres que protegen al menos 30 negocios, Isabel, espera que pronto vuelva a reactivarse la economía como antes y poder subsistir.  

“Mi compañera es viuda, su esposo nunca tuvo pensión y ella tampoco, siempre han sido vendedores de legumbres y frutas, yo le di chanza que se pusiera en este metro, a mi lado, a ella la quitaron porque construyeron  la banqueta y ahora el techo”, comentó la comerciante de la calle Madero.

CIERRAN FRUTERÍA, CARNICERÍA Y FARMACIA

Don Pedro Olivo Salazar, dirigente de  la Unión de Comerciantes en Pequeño, dijo tener 40 años como vendedor en la Zona Centro de Frontera.

En la esquina de Madero y Cuauhtémoc, don Pedro  se ubica vendiendo pilas para reloj, cintos y llaveros, “estamos regados por todos lados por la rehabilitación de la banqueta y los techos, nos quitaron y estamos esperando que las terminen, porque a las 2:00 tenemos que correr porque el sol pega de frente y muy fuerte”, dijo a EL TIEMPO.

No hay venta, no hay  movimiento en esta zona, aunque el presidente no nos está cobrando el piso y  eso ayuda mucho, apenas sacamos para comer, no tenemos seguro, no tenemos quien nos ayude en el gobierno, los préstamos que nos prometieron desde abril los estamos esperando, se quejó el líder de más de 30 comerciantes afilados a la CNOP. 

“Quien sabe que ira a pasar en esta zona de calle Madero y Cuauhtémoc, ya cerró la carnicería Medrano, la Benavides, y Frutería la Bodega. Todos están quebrando, muchos negocios ya se fueron, vienen otros y se van”, concluyó.

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