Se honró a los difuntos en los hogares; las calles desiertas
CASTAÑOS, COAH. Como si se viviera un luto generalizado, el municipio de Castaños ayer permaneció en silencio, triste y con las puertas cerradas en comercios, bancos y en misma presidencia municipal. Todo a causa del Covid-19
Contrario a años anteriores que se celebraba el Día de Muertos con interminables romerías al panteón, en esta ocasión, nadie visitó a sus difuntos; la pandemia frenó la tradición y con ello los deseos de cientos de familias que esperaban el 2 de noviembre para visitar a sus seres queridos que se han adelantado en el camino.
El presidente municipal Enrique Soto Ojeda, consciente del incremento en el número de contagios del Covid-19 en todo el estado y como medida de precaución para frenar la pandemia, determinó concederles a todos los empleados municipales el día de asueto y así fue como las puertas de la alcaldía permanecieron cerradas a todo el público.
Se frenó en gran proporción la movilidad pues los bancos y el comercio también cerraron y por ende las calles de esta cabecera municipal lucieron vacías, tristes y sin el tradicional ajetreo que caracterizó a estas fechas en años anteriores.
Las puertas del panteón también estuvieron cerradas y solamente se vio a algunos elementos de la Dirección de Seguridad Pública haciendo rondines para evitar que nadie fuera a violar la ordenanza de no visitar el lugar.
Ahora, las flores multicolores no adornaron las tumbas, no se escucharon cánticos ni rezos ahí donde los muertos descansan, quienes tienen algún ser querido a quién recordar, le rezaron en el hogar, con la familia y protegiéndose contra el virus que ha venido a cambiar la vida de todos.
