Los bajan de la nube
La defensa mexiquense es frágil, la más endeble del torneo. Puebla aprovechó todos los espacios y facilidades que les otorgó Toluca y de ir abajo en el marcador, terminó bailándolos con marcador de 4-1. Los Diablos Rojos pudieron ser líderes, sin embargo, les exhibieron sus carencias.
Toluca inició fuerte. Rubens Sambueza, como es su costumbre, orquestó los ataques escarlatas. Los Diablos Rojos quisieron aprovechar la ausencia de Nicolás Vikonis. El portero argentino no participó por estar suspendido, la Araña Rodríguez ocupó ese sitio.
William Da Silva sorprendió en el área poblana, el brasileño estuvo participativo y varias veces sin marca. Los centrales poblanos se ocuparon de perseguir a Michael Estrada y Enrique Triverio que no le prestaron atención al mediocampista.
Da Silva avisó con un tiro que le rebotó a Jesús Rodríguez. El susto se sintió.
La Franja estuvo atrás, un remate de Santiago Ormeño a pase de Brayan Angulo fue lo único que generó.
William repitió la fórmula, llegó de atrás e impactó un centro perfecto que mandó el Dedos López. El portero poblano no pudo hacer nada para evitar la anotación.
Toluca fue superior. La segunda anotación se presintió, sin embargo, los atacantes rojos no fueron certeros.
En el momento más crítico para los poblanos, Santiago Ormeño controló un balón en el área, se quitó con fintas a Adrián Mora y definió raso. El panorama cambió drásticamente para los locales, el Fideo Álvarez de volea logró la remontada, su proyectil entro en el ángulo derecho.
Sambueza se quedó cerca de igualar el juego con un gol olímpico, pero la Araña Rodríguez supo sacar el balón.
El complemento trajo cambios. Kevin Castañeda entró al campo como revulsivo, mientras que Juan Reynoso fortaleció la mitad del campo con el ingreso de Alejandro Chumacero.
La batalla bajó. Pablo González perdonó el tercer tanto, sin embargo, tuvo su revancha y con una volea en el área incrementó el marcador.
Toluca quiso reaccionar, pero era tarde. Puebla se acorazó y todavía marcó otro tanto. Amaury Escoto aprovechó los huecos y cerró la cuenta.
