Las autoridades portuguesas advirtieron hoy sobre la "fragilidad" de los logros en la lucha contra la COVID-19 tras un aumento en el ritmo de contagios que supera picos de mediados de julio y eleva hasta 1,807 el número de víctimas de la pandemia.
Las cifras confirman la "fragilidad de nuestras conquistas", afirmó hoy la ministra lusa de Salud, Marta Temido, quien hizo un llamamiento a la sociedad para que se mantenga el esfuerzo de los últimos meses frente a la expansión de la enfermedad.
Uno de los brotes que más preocupa a las autoridades lusas se ha detectado en el hospital de Vila Franca de Xira, unos 35 kilómetros al norte de Lisboa, con 42 positivos entre pacientes y personal sanitario.
Portugal, uno de los países europeos donde menos ha golpeado la pandemia, suma 154 brotes activos: 60 en el norte, 6 en el centro, 66 en la región de Lisboa y Valle del Tajo, 10 en el Alentejo y 12 en el Algarve (sur).
