Lo mismo que quienes se casan con personas divorciadas al propiciar de igual manera el pecado, dijo en su homilía el padre José Candelario
ROBERTO ORTIZ / REPORTERO
Ante las problemáticas sociales que se viven en la actualidad, el único camino para enfrentarlas es el matrimonio, mismo que debe de ser fortalecido y evitar el divorcio que es un acto prohibido por Dios, sostuvo durante la homilía dominical el padre José Candelario, quien además detalló que se requiere la fortaleza para cumplir con los mandamientos y así imponerse sobre el pecado.
En base a la palabra de Dios, el padre detalló ante los feligreses que aquellas personas que se divorcian cometen pecado, lo mismo que quienes se casan con personas divorciadas al propiciar de igual manera el pecado.
Y es que explicó ante todos los asistentes a la misa dominical en Santiago Apóstol que las parejas que se divorcian propician que las mujeres cometan adulterio y con ello se propicia el pecado, razón por la que dijo es necesario saber que el fortalecimiento de los matrimonios es la base de llevar a cabo el cumplimiento de los mandamientos.
Dijo que actualmente se debe de dejar el pecado a un lado y darse cuenta que nuestro cuerpo fue creado para llevar a cabo y al pie de la letra lo que los mandamientos detallan y no para que nuestros sentidos se convierten en instrumento del pecado.
Por eso dijo “si tu ojo derecho te invita a pecar, deshazte del mismo, si tu boca te lleva a pecar, sólo responde sí o no a lo que te pregunten y no te conviertas en pecador, los sentidos son para cumplir con Dios lo que él nos muestra y nos pide en los mandamientos”, expuso el sacerdote frente a los feligreses.
