Es cierto que la empresa de Altos Hornos de México vive la peor crisis económica de su historia, aunado a la persecución política que ha emprendido el Gobierno Federal dejando en claro que no va a quitar el dedo del renglón, con sus 200 millones de dólares por el sobreprecio de Agro Nitrogenados.
Quien parecía que salvaría económicamente a la acerera local, era Julio Villarreal de Villacero, pero las negociaciones se extendieron tras la fecha que se tenía pactada en septiembre.
Para nadie es extraño que el origen de definir la fecha de negociación entre Villacero y Altos Hornos de México, fueron los caprichos de Andrés Manuel López Obrador, quien de inmediato pidió sus 200 millones de dólares a quien se interese por esta empresa.
Y es que no sólo se trata de la inversión que tienen que hacer por la asociación de la empresa, así como los cientos de millones de dólares que tienen que inyectar para comenzar a enderezar el rumbo de AHMSA, sino que además hay que tener suficiente dinero para pagarle a AMLO por su capricho y por ello nadie le quiere entrar con las condiciones de la federación.
Autoridades de los tres niveles de gobierno han intentado de todo, pero no hay formula de poder salvar a esta empresa; el Senador Armando Guadiana es el que habla mucho del tema, pero no presenta soluciones y mucho menos resuelve nada.
A esta región arribó semanas atrás, brindó una rueda de prensa en la que no dijo nada nuevo y mucho menos presentó algún proyecto que pueda ser de ayuda, en pocas palabras, nada tuvo sentido.
Hoy aparece una vez más con una idea totalmente incongruente al pedir una “coperacha” a los empresarios para que entre todos le entren al tema de Altos Hornos de México y así levantarlo de la lona, pero creo que el Senador no está viendo las cosas tan claras y no se ha percatado de lo económicamente sacudido que se encuentra el empresario en esta región.
Desde que AHMSA comenzó con los problemas económicos y las bajas ventas de acero, por consecuencia siguieron los de todos los empresarios locales que dependen de esta empresa luego de que no recibían pago como prestadores de servicios o proveedores; actualmente no tuvieron con que sostener sus nóminas desde hace meses recurrieron al recorte de personal y otros empresarios tomaron decisiones más drásticas como cerrar sus empresas.
No sólo la amenaza de cierre de empresas en esta región, es latente, sino también el emigrar a otras regiones o estados de la República para comenzar de cero en otros horizontes.
Simplemente no hayan la puerta y el agua ya les rebasó el cuello, en cuanto a la situación económica se refiere, y por si fuera poco, llega Armando Guadiana con el enorme insulto de proponerles una “coperacha” para salvar AHMSA.
El cierre de este 2020 será completamente interesante para esta Región Centro que lucha día a día contra el mostro económico que amenaza con destruir y dejar esta región como pueblos “fantasmas” toda vez que la federación sigue negada en declararla como zona de emergencia económica.
[email protected]
redacció[email protected]
